Por Phillip Durán
En los últimos días, un grupo de cerca de 200 venezolanos han llegado a albergues dispuestos por la comuna de Providencia. Sin embargo, otros cien permanecen en carpas a las afueras de la embajada de ese país, en calle Bustos. Están ahí desde hace días, varios de ellos, porque no tienen dónde más ir y, otros tantos, porque entienden que es la mejor forma de presionar para que su gobierno acepte repatriarlos, en medio de la pandemia de coronavirus.
La situación es compleja, porque hasta hace poco las autoridades del régimen de Maduro permanecían sin abrir un diálogo directo ni con ellos ni con la Cancillería chilena, al punto que el edificio Carrera envió una nota diplomática mostrándose disponible para colaborar en el regreso de los cientos de venezolanos a su país.
En los últimos días, sin embargo, Venezuela respondió a las autoridades chilenas, abriendo un canal de diálogo con miras a acordar una solución para los cientos de personas que buscan dejar Chile y quieren regresar a su país.
Según dicen quienes conocen las conversaciones, Venezuela ha señalado que en estos momentos tiene problemas para gestionar algún vuelo de rescate. Sin embargo, ese no es el único elemento sobre la mesa: las autoridades de Caracas han planteado la necesidad de que los ciudadanos venezolanos puedan realizar una cuarentena en territorio chileno antes de viajar, para minimizar las posibilidades de contagio una vez que lleguen a Venezuela.
Es una condición que se ha repetido con otros países, explican en el Gobierno: en el caso de Bolivia, las autoridades paceñas también pidieron que los cientos de connacionales varados en el norte de Chile primero estuvieran aislados por al menos 14 días antes de que ellos abrieran sus fronteras para recibirlos.
Con todo, en el gobierno chileno transmiten que esto es un paso adelante, considerando que por varias jornadas el régimen venezolano no había abierto un diálogo sobre este tema.
Sin diálogo político
La situación de los cientos de venezolanos en la calle, afuera de la embajada de Caracas, ha tenido una complicación adicional para la Cancillería, puesto que desde hace un par de años existe la definición política de no validar al régimen de Nicolás Maduro y, por el contrario, haber reconocido a Juan Guaidó como el “presidente en funciones” de ese país.
En ese contexto, ¿con quién habla Chile en Caracas?
En Cancillería explican que el diálogo está acotado a las autoridades consulares, dejando fuera a las autoridades políticas. Por Chile, es el director consular de Cancillería, Raúl Sanhueza -quien tiene a su cargo la amplia red de consulados chilenos alrededor del mundo- el interlocutor designado para tratar con las contrapartes caraqueñas. “Todo se enmarca en el terreno de asistir a ciudadanos en problemas, de servicio a las personas, de temas humanitarios, no de diálogo político”, explican.
De hecho, ha sido el propio canciller Ribera quien ha remarcado públicamente que ha habido diálogo “consular” con las autoridades de Caracas. “Nuestra posición en torno al régimen de Maduro no ha cambiado, lo que no impide trabajar para que chilenos o venezolanos en problemas puedan recibir asistencia”, señalan en Santiago.
En ese contexto, la posibilidad de que un mismo vuelo lleve venezolanos a Caracas y traiga chilenos desde ese país está en las conversaciones. Quién será el que ponga el avión, aún es materia por resolver.