Ante los anuncios de una supuesta ralentización de la campaña de vacunación contra el COVID-19, situación que ha sido descartada por el Ministerio de Salud, hay voces expertan que apuntan a que debería rebajarse la edad para inmunizarse, de acuerdo al calendario planteado por la autoridad sanitaria.
En ese sentido, la doctora Katia Abarca, infectóloga y académica de la Pontificia Universidad Católica, dijo a Teletrece que "como todos los procesos a nivel nacional, deben ser reevaluados y son dinámicos".
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Allí añadió que "quizás lo que funcionó muy bien al inicio, los adultos mayores se comportaron de manera impecable... Si en otro momento ese proceso se está enlenteciendo pienso que hay que estar abierto a cambiar la estrategia y pensar cómo hacerlo mejor, cómo llegar más rápido a una mayor cantidad de la población".
Los factores que podrían haber afectado la rapidez de la vacunación en adultos y jóvenes, según la especialista, se encuentran la instalación de la idea de que "este virus afectaba mayormente a los adultos mayores y las personas con comorbilidades". "Ahí hay que comentar que la mayor parte de los virus que circulan hoy de coronavirus no son los mismos que circulaban el año pasado (...) Estas variantes son mucho más transmisibles y afectar a personas más jóvenes", añadió.
Asimismo, que los jóvenes y adultos jóvenes son "el grupo que más escucha redes sociales y que puede estar influido por fake news o teorías de conspiración, es decir, no tener tanta confianza en las vacunas".
Tipos de vacunas
La doctora Abarca, por otra parte, explicó "en forma bien general" los tipos de vacunas que se encuentran disponibles en nuestro país o que han sido aprobadas para su uso: "Podemos decir que hay tres grandes tipos de vacuna que estamos usando: vacunas a virus inactivados como la de Sinovac, está el virus completo y muerto, incapaz de replicarse; la otra gran plataforma es precisamente la de AstraZeneca, que usan un vector viral, otro virus, un adenovirus, que lleva la proteína S del coronavirus; y, finalmente, las basadas en ARN mensajero, que son las de Moderna y Pfizer. Estas dos últimas son tecnologías bastante nuevas, a diferencia de las de virus inactivados, entonces, estamos conociendo cómo se comportan".
Sobre lo anterior, la especialista señaló que estas últimas "tienen mucho a su favor, son vacunas que pueden producirse en forma bastante rápida, cambiar su estructura ante las nuevas variantes, pero estamos aprendiendo que eventualmente pueden generar algunos efectos adversos".
De todas formas, expresó que "toda vacuna que se licencie para su uso de emergencia en Chile ha pasado por estudios clínicos con buenos resultados de seguridad y eficacia, ha pasado por autoridades regulatorias en sus países y ha pasado por una regulación bien rigurosa del ISP. Por lo tanto, ellos han podido ver todos los datos de eficacia y seguridad que son favorables".
"Estos eventos adversos han sido muy bajos en frecuencia y se han concentrado en mujeres jóvenes en edad fértil y es por esto que al ir aprendiendo se va focalizando el uso en personas en los que este riesgo no exista. Tengan confianza porque está todo bien evaluado, bien observado y los usos son los más seguros para la población", agregó.