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U. de Chile y Fach firman convenio de colaboración espacial: se busca lanzar otros 12 nanosatélites

U. de Chile y Fach firman convenio de colaboración espacial: se busca lanzar otros 12 nanosatélites
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El convenio busca consolidar mecanismos de colaboración entre ambas instituciones que contribuyan al desarrollo espacial nacional y a la creación de bienes públicos asociados. La universidad busca explorar nuevos usos de estos satélites, entre ellos la vigilancia de incendios forestales y la contaminación lumínica.

Durante la jornada de este lunes la Universidad de Chile en conjunto a la Fach firmaron un acuerdo de colaboración en búsqueda del desarrollo nacional espacial.

El acuerdo contempla materias como:

  • El fortalecimiento del marco normativo nacional en materias espaciales, la consolidación de una institucionalidad espacial nacional y favorecer la integración multisectorial del Estado en este ámbito
  • Mejorar la formación profesional, la investigación y desarrollo de tecnologías en el ámbito aeroespacial, y sus aplicaciones para el desarrollo económico, social, ambiental y de defensa
  • Propiciar la existencia de presupuesto público específico, regular y complementario entre las entidades vinculadas al espacio ultraterrestre, para el desarrollo y fortalecimiento de las capacidades espaciales nacionales
  • Propiciar acciones que permitan incrementar el acceso público a datos geoespaciales, y promover competencias y capacidades en la generación de información pertinente para los agentes del quehacer público, privado y diversos actores que intervienen en la gestión del territorio

Todas las actividades generadas por esta alianza serán coordinadas por el decano de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la universidad y del Jefe del Estado Mayor de la Fach.

Dentro del programa espacial de la casa de estudios se contempla el lanzamiento de 12 nano-satélites al espacio, los que se sumarían al SUCHAI, que en junio de este año completará dos años en órbita.

Esta docena de nuevos dispositivos tendrán como objetivo el desarrollo de un Centro de Integración y Análisis de Datos Geoespaciales, complementar las redes terrestres de sensores de distintas variables atmosféricas y el procesamiento de datos del programa de satélites Copérnicus, de la Unión Europea.

El académico de la Universidad de Chile, Marcos Díaz, también dio a conocer el año pasado que dichos dispositivos espaciales también se utilizarían en la vigilancia de incendios forestales y monitoreo de la contaminación lumínica en ciudades del país. 

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El desarrollo y lanzamiento de los nano-satélites de la casa de Bello tiene un costo aproximado de 33,3 millones de dólares

Tras la firma, el comandante en jefe de la Fuerza Aérea, Arturo Merino Núñez destacó que "este momento constituye un punto de inflexión en el desarrollo espacial de Chile. Detrás de la firma de este convenio existe la férrea voluntad de ambas instituciones de aunar esfuerzos en la cooperación científica – tecnológica en materia espacial". 

"Aquí van a haber datos geográficos, de flora y fauna, de proyección de productividad en el país, va a ser una fuente de datos importantes para toda actividad, pero sobretodo es algo que nos une como nación, que nos va a dar una connotación de Chile y su proyecto espacial" complementó el rector de la U. de Chile, Ennio Vivaldi. 

La historia de Chile en el espacio

Fue en 1958 cuando nuestro país inició su travesía en el espacio, a través del programa Minitrack-Network, la cual marcó el primer registro de colaboración entre una entidad académica y la Defensa Nacional en materias ultraterrestres.

Ya en los años 90, la FACH dio inicio al Programa Satelital de la Fuerza Aérea de Chile (FASat), que se materializó en el fallido lanzamiento del FASat Alpha, el exitoso envío del FASat Bravo -primer satélite chileno en el espacio-, el cual ya se encuentra inactivo, y el actual FASat Charlie, el cual gira alrededor de nuestro planeta desde el 2011.

Por su parte, la Universidad de Chile cuenta con su propio nano-satélite, el SUCHAI, y a día de hoy se encuentran en construcción sus sucesores, SUCHAI 2 y 3.