La Universidad de Chile, específicamente la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, inició una investigación sumaria tras detectarse algunas irregularidades en unas evaluaciones realizadas entre el 26 de abril y el 24 de mayo de este año a los estudiantes de segundo de año del plan común de ingeniería.
Específicamente, se está investigando una supuesta copia masiva en controles realizados de forma remota. Los alumnos, según se indicó, se habrían traspasado las respuestas en tres pruebas a través de redes sociales.
Según consignó Las Últimas Noticias, en cada una de las evaluaciones, el profesor dio ocho horas a contar de las 10 de la mañana para subir a U-Cursos el archivo con las respuestas a los diferentes enunciados que envió vía correo electrónico.
Finalmente, se descubrió por parte del plantel que 61 estudiantes habrían intercambiado las respuestas a través de WhatsApp.
"Se detectaron irregularidades serias, existiendo transferencia de información flagrante relativa a soluciones de cada uno de los controles del curso, usando herramientas de mensajería instantánea entre estudiantes", dijo en un comunicado la institución.
Si bien no hay personas identificadas, porque en los mensajes donde aparecen los involucrados solo se ven números telefónicos, la universidad les dio la oportunidad a los investigados de reconocer su participación en la falta.
Asimismo, se decidió realizar una nueva evaluación para reemplazar la nota de los tres controles afectados.
Molestia de los alumnos
Los estudiantes apuntados como culpables (los de segundo año) han cuestionado el método utilizado por la facultad para identificar a quienes cometieron la presunta falta, ya que los han llamado por teléfono para pedirles nombres completos y RUT.
“A algunos les dijeron que era para una base de datos del Departamento de Física (DFI), a otros les dijeron que era un estudiante del ramo Métodos Experimentales, y a mí me dijeron que era para una actividad de la Escuela de Ingeniería”, publicó un alumno en un foro de la plataforma U-Cursos.
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Frente a estas declaraciones, el jefe docente emitió un nuevo comunicado por parte del plantel, donde se explicó que "nuestra secretaria docente contactó a estudiantes que estaban en la lista de los 61 sospechosos de copia y luego de recibir respuestas incómodas o irrespetuosas para con ella, decidió cambiar su nombre como forma de proteger su identidad".
Finalmente, en el escrito el docente señaló que "estamos profundamente preocupados y consternados al asistir a un proceso de copia masivo y flagrante, en donde pareciera que los responsables fuésemos nosotros al buscar identificar a los estudiantes sospechosos".
