La ministra del Interior, Carolina Tohá, anunció una investigación para determinar por qué el funcionario del Ejército que fue agredido por migrantes irregulares en Colchane, en la frontera norte de Chile, estaba patrullando solo.
La secretaria de Estado confirmó que el funcionario está en buenas condiciones, que el arma que le fue robada al momento del incidente fue recuperada, pero manifestó su preocupación por el caso.
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“Hay muchos motivos de preocupación en relación a lo que sucedió. La posibilidad de que personas que ingresan irregularmente por la frontera puedan agredir a los funcionarios siempre ha estado en el esquema de posibilidades porque se planificó esta intervención (...) esa es la razón por la que esta modalidad de presencia militar ha tenido desde el principio unas reglas de uso de la fuerza para regular las formas en que los funcionarios deben actuar si enfrentan una agresión o la comisión de algún delito”, explicó la ministra Tohá.
“La situación se dio en términos tales que nos hace tener preocupación respecto a que la forma en que está prevista la presencia militar no haya sido la adecuada. No debiera haber funcionarios solos haciendo los patrullajes en los puntos de control”, enfatizó.
“Tenemos que verificar si efectivamente este soldado se encontraba solo. Si fuera así, habría que evaluar cuál fue la razón por la que eso pasó. Por eso se instruyó una investigación para ver por qué se dio en estos términos esta situación porque ningún funcionario debiera enfrentar individualmente su presencia en una zona que tiene características bien hostiles en la frontera; muy solitaria, muy oscura, con un clima muy adverso. No es recomendable que haya funcionarios solos”, complementó.
Militar chileno agredido en Colchane
El hecho se produjo cerca de las 19 horas del sábado en un puesto de observación en la frontera de Chile y Bolivia en Colchane, región de Tarapacá.
El soldado habría intentado impedir el paso de un grupo de migrantes por el sector, cuando fue agredido. Los responsables del hecho le habrían quitado su fusil al militar y lo habrían golpeado en la cabeza con la misma arma.
Según lo detalló el mismo Ejército de Chile, otro uniformado acudió en su rescate, enfrentándose a los agresores en las frías aguas de los bofedales, logrando que cesaran la agresión.