El Gobierno se refirió, durante la mañana de este lunes, a la presentación del grupo punk Fiskales Ad-Hok en el festival Lollapalooza, que se realizó este viernes, sábado y domingo, y que levantó polémica por las animaciones que se proyectaron en una pantalla del escenario.
Mientras la banda estaba en escena, apareció la imagen de la caratula de su primer disco intervenida con los rostros de distintas figuras políticas de derecha, tales como José Antonio Kast, Sebastián Piñera, Andrés Chadwick y Augusto Pinochet, entre otros.
Al respecto, el ministro secretario general de la Presidencia, Gonzalo Blumel, recordó que "se está discutiendo en el Congreso sobre incitación al odio y la violencia. Nosotros como Gobierno somos firmes partidarios y partidarios de la libertad de expresión. No somos partidarios de penalizar ese tipo de expresiones".
"Nosotros creemos que las expresiones artísticas tienen que tener en consideración ese cambio cultural que estamos viviendo. Promover el odio, promover la violencia es algo que no es tolerable", aseveró.
Junto con eso, Blumel llamó a "cuidar la democracia, rechazar ese tipo de expresiones entendiendo que eso forma parte de la libertad de expresión que es natural (...) pero todos los ciudadanos merecen respeto, sea el presidente de la República, por lo tanto un llamado a cuidar la democracia, un llamado al respeto".
