Once meses han pasado del cruento homicidio de la sicóloga norteamericana, Erica Hagan, asesinada en un colegio de Temuco.
Un equipo de Teletrece encabezado por Jorge Hans fue a la zona, buscando armar las piezas, y repasar minuto a minuto qué fue lo que ocurrió esa noche del 5 de septiembre. La investigación de la fiscalía está concluida. Pero esta historia aún no termina.
CRONOLOGÍA
Erica Hagan era una sicóloga norteamericana de 22 años. Joven y bella, llevaba poco más de un mes en Chile cuando alguien la masacró a golpes, la sumergió en una tina e intentó incendiar el departamento en que vivía, en el Colegio Bautista de Temuco.
Una semana después, una prueba de ADN situó al rondín del colegio, Domingo Cofré, de 44 años, en el lugar del crimen.
De acuerdo al expediente, el viernes 5 de septiembre del 2014, pasadas las nueve de la noche, Erica Hagan se preparaba para tomar un baño de tina y fue sorprendida por un sujeto que la golpeó: primero con los puños, en la cara y en el cuello. Después, con un objeto largo, duro y pesado -probablemente un atizador, en la cara, la parte posterior del cráneo, la espalda y los brazos.
El sujeto la dejó sangrando, todavía viva, sobre una cama. Mientras, registraba la casa y calentaba agua para vaciarla en la tina. Luego la arrastró hacia el pasillo, donde le aplastó el cráneo contra el piso, causándole la muerte.
Finalmente, el homicida la sumergió en la tina con agua hirviendo. Dejó corriendo el agua, que cubrió todo el piso, e intentó provocar un incendio, que llenó de hollín todo el departamento y convirtió el lugar del crímen en uno de los peores sitios que se pueda imaginar para recoger evidencia.
Sin embargo, ahí se encontró un atizador. Un fierro delgado de unos 75 centímetros de largo que en el mango tenía células epiteliales -descamaciones de la piel- de varias personas. Pero principalmente del acusado, Domingo Javier Cofré Ferrada.
Esta es la prueba número uno del Ministerio Público.
DEFENSA
La defensa de Domingo Cofré señala que el informe de autopsia no vincula al atizador con ninguna de las catorce lesiones que presentaba el cuerpo de Erica Hagan.
La otra prueba que esgrime la fiscalía para acusar al guardia, es el registro de cámaras de seguridad. Una de estas está ubicada justo al frente de la caseta de vigilancia que controla el ingreso al colegio, por calle Antonio Varas.
La defensa asegura, basándose también en el registro de las cámaras, que Domingo Cofré no pudo cometer el crimen. Pero hay dos momentos en que el imputado pudo llegar al departamento de la víctima.
De acuerdo a la carpeta investigativa, el reloj marca las 21 horas con un minuto, pero en realidad eran las diez de la noche con nueve minutos. Seis minutos y medio después, desde un edificio ubicado frente al departamento de Erica Hagan, una persona tomó tres fotos con un celular.
En su declaración dice que se alarmó por la cantidad de humo que salía por la chimenea.
Además, agrega que vió a una persona en el patio del colegio, apuntando hacia el lugar con una linterna. Se estima que esa persona era el guardia acusado.
A las diez de la noche con 22 minutos, es decir, doce minutos y medio después que salió, Domingo Cofré regresó a la caseta. De acuerdo a la reconstitución de escena, sólo ir y volver corriendo al lugar del crimen a través del patio le debió tomar unos cinco minutos. De modo que tuvo siete minutos y medio para cometer el crimen, provocar el principio de incendio, y salir al patio para apuntar a la chimenea con su linterna.
De acuerdo al registro verificado por los peritos, Cofré vuelve a salir de la caseta a las diez con 23 minutos. Esta vez, ingresa al edificio, abre media docena de puertas y logra salir al frontis del departamento. ¿Qué ocurrió entonces?
"Salía humo del departamento, que él se acercó al departamento y que una persona de voz masculina le dijo:'soy el pololo, estamos bien y nos vamos a retirir prontamente'", dice Felipe Romero, Abogado defensor de Domingo Cofre.
La última salida de Cofré duró doce minutos. Y como tardó más, abriendo puertas, le quedaron menos de seis para completar el crimen.
Poco después escribió en el libro de guardia la misma versión que repite desde el comienzo.
A las 22:30 ronda Montt, fuerte olor a humo, se verifica chimenea Montt, se revisó -se entró por puerta resbalín. Se encontró puerta abierta. Se preguntó si todo estaba bien, respondió un hombre, diciendo que si, y que estaba con su polola que ya se iba.
Los peritajes indican que después de ser agredida, Erica Hagan agonizó durante al menos trece minutos sobre una cama y que presentaba desprendimiento de piel, provocado por aplicación de agua hirviendo, en distintas partes del cuerpo.
Además, hay rastros que indican que el homicida juntó elementos combustibles e inició el incendio en que además de otras especies quemó un celular iphone y un ipad, pertenecientes a la víctima.
Todo eso lo habría hecho Domingo Cofré en menos de catorce minutos que -además- no fueron continuos.
El informe tanatológico señala que las lesiones fueron provocadas por un elemento de contorno triangular. Pero el atizador que según el expediente utilizó Cofré es completamente redondo.
También llama la atención el hallazgo de sangre de una perito de Investigaciones, mezclada con sangre de la víctima, en dos puntos del departamento.
Los abogados aseguran también que poco después de los primeros peritajes, alguien detonó una o más bombas de humo rojo dentro del departamento.
El efecto inmediato es borrar evidencia que no alcanzó a ocultar el principio de incendio
Pero, además, la supuesta arma homicida no presenta rastro alguno de la víctima, que de acuerdo a la autopsia recibió golpes que le provocaron desprendimiento de cuero cabelludo y traumatismo encéfalo craneano.
Con ese argumento y además que el acusado tiene intachable conducta anterior, la corte de Temuco revocó su detención preventiva, sometiéndolo a arresto domiciliario, hace dos meses.
A fines de julio la fiscalía de Temuco va a pedir que se reanude la prisión preventiva de Domingo Cofré. En esa oportunidad, su defensa va a desplegar todos sus argumentos para demostrar que es inocente.