La noche de este martes se percibió un temblor en la zona sur del país: el epicentro fue a 251 kilómetros al oeste de Melinka, en la región de Aysén.
Según detallaron en las redes sociales del Centro Sismológico Nacional (CSN), el movimiento telúrico fue de 4,9.
El sismo que remeció parte de la zona sur del país tuvo una profundidad de 10 kilómetros.
Por su parte, el SHOA indicó que las características del movimiento telúrico que remeció parte de la zona sur no presenta condiciones para generar un tsunami.
"SHOA indica que las características del sismo magnitud 5.0, localizado 357 km al Oeste de Melinka.; no reúnen las condiciones necesarias para generar un tsunami en las costas de Chile", señalaron desde la cuenta del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred).
Magnitud e intensidad no son lo mismo
Según describe el CSN, indistintamente un sismo, temblor o terremoto es el proceso de generación de ondas elásticas y su posterior propagación por el interior de la Tierra. Al llegar a la superficie de la Tierra estas ondas producen movimiento y vibración del suelo.
También aportan que en Chile, se usa el término Terremoto para un sismo que genera daños estructurales, esto es, que sea reportado con Intensidad en la Escala de Mercalli Modificada con grado VII o superior.
Es fácil confundirse, ya que ambos conceptos están relacionados, pero magnitud e intensidad no son equivalentes.
La magnitud es una medida del tamaño de un temblor que tiene relación con la cantidad de energía liberada en forma de ondas elásticas. El valor es único para cada evento sísmico.
La intensidad, por otra parte, mide los efectos de un determinado evento en personas, animales, estructuras y terreno. En Chile se utiliza la Escala de Intensidades de Mercalli Modificada (NCh3 of.61), los valores de intensidad se denotan con números romanos que clasifican los efectos sísmicos con doce niveles ascendentes en severidad. La intensidad no solo depende del tamaño del sismo (magnitud) y de la fuerza del sismo (aceleración), sino que también de la distancia epicentral, la geología local, la naturaleza del terreno y el tipo de construcciones en el lugar. Para un mismo temblor habitualmente se reportan varias intensidades las que, en general, decrecen a medida que la distancia epicentral aumenta.