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Subsecretaria Martorell denuncia “irregularidades” en tienda de centro comercial de Vitacura

Subsecretaria Martorell denuncia “irregularidades” en tienda de centro comercial de Vitacura
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La autoridad llegó hasta el lugar donde se reportaron aglomeraciones de personas en una de las comunas que está en fase de transición. Había trabajadores de comunas en cuarentena.

Largas filas y aglomeraciones, principalmente en las cajas y en los ingresos, reportaron este miércoles, a través de redes sociales, distintos usuarios que denunciaban lo que estaba ocurriendo en el centro comercial Casacostanera, de Vitacura, una de las comunas que cumple una semana en fase de transición.

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Por estas denuncias, llegaron hasta el lugar las autoridades sanitarias, quienes detectaron en la tienda HyM del centro comercial algunos incumplimientos, como un error en la cantidad de aforo permitido, además de incongruencias en los contratos de algunos trabajadores, lo que será materia de investigación.

Subsecretaria Martorell denuncia “irregularidades” en tienda de centro comercial de Vitacura
Subsecretaria Martorell denuncia “irregularidades” en tienda de centro comercial de Vitacura

“Había trabajadores que vivían en una comuna distinta y habían sacado un permiso colectivo, lo que no es posible porque no es una empresa esencial”, contó la subsecretaria de Prevención del Delito Katherine Martorell.

“Va a ser objeto de investigación que también hubo 25 contratos de trabajo cuyos anexos fueron modificados el 31 de julio, cambiando solo el domicilio. Eso fue escrito a mano y estableciendo el domicilio en las comunas que se encuentran en transición”, agregó la autoridad.

La subsecretaria explicó que el centro comercial de la comuna del sector oriente de Santiago está cumpliendo las normas, sin embargo, la tienda HyM en particular fue la que presentó problemas que podrían incurrir en delitos a la salud pública, por lo que la Policía de Investigaciones (PDI) trabajó en el lugar.

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La seremi de Salud de la región Metropolitana Paula Labra, quien también llegó hasta el lugar para la fiscalización, aseguró que el aforo que estaba dispuesto a la entrada de la tienda había sido mal calculado, es decir, se permitían más personas que las que deberían.

La norma dice que puede haber un máximo de una persona cada diez metros cuadrados útiles y ellos usaron el total de metros cuadrados de la tienda, no los útiles, por lo que permitía más gente que la que en realidad debería haber.

La autoridad también aseguró que pese a contar con demarcaciones en el piso para mantener la distancia física entre los clientes, de todos modos se formaron aglomeraciones tanto en la caja como en el ingreso del local.