El pasado jueves, cuando un temporal de viento y lluvia afectó a las zonas centro y sur del país, una verdadera pesadilla comenzó para miles de clientes que van a cumplir una semana sin suministro eléctrico.
Vecinos de distintas comunas y regiones del país han manifestado su descontento por la falla del servicio y la demora en su reposición, algo que también ha provocado descomposición de alimentos, pérdida de medicamentos, entre otros inconvenientes ante la falta de energía eléctrica.
Frente a este escenario surgen muchas interrogantes. Una de ellas tiene que ver con los beneficios y riesgos de soterrar los cables de energía o de telecomunicaciones.
Luis Salamanca, ingeniero en prevención de riesgos y medioambiente de Oportuno, explicó a T13.cl que “la soterración es una práctica que existe hace mucho tiempo en Chile. Se ha practicado en algunas comunas”.
“Existe una normativa nacional que establece los estándares de poder soterrar los cables de energía o de telecomunicaciones. Sin embargo, esto responde a concesiones, es decir, alguien que se gana la licitación de hacer el hoyo en la tierra, poner los tubos y arrendar el uso para las empresas de telecomunicaciones o energía”, complementó.
“Eso hoy día es una realidad. Sin embargo, no existe la exigencia a nivel de contratos para que esto sea una obligación”, agregó al respecto.
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Para el especialista, en el mundo existen buenos ejemplos de despejes aéreos, sobre todo en zonas turísticas de Europa y Norteamérica, lo que beneficia mucho a ese tipo de industria (turismo).
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En nuestro país, en tanto, el principal beneficio según el experto es que “el soterramiento asegura también que no se puedan repetir los eventos que hoy día vemos en la región Metropolitana o centro de nuestro país. Pero sin embargo, hay una inversión importante. Desde ahora en adelante la sugerencia es que el legislador y el Estado obliguen a hacer un trazado para soterrar”.
Asimismo, acerca de los riesgos, advirtió que “los problemas internacionales también los podemos tener acá. Son las inundaciones, los terremotos, que también son parte de nuestra realidad, y sin lugar a dudas el robo de cables que está más cerca de las personas. Eso es deuda para poder solucionarlo rápidamente”.
