Es la mayor de dos hermanos, vive en San Pedro de la Paz y a sus 18 años tuvo la oportunidad de rechazar a dos de las universidades más importantes del país: la Pontificia Universidad Católica y la Universidad de Chile, para optar por la Universidad de Concepción.
Es el caso de Sofía Schweitzer, quien obtuvo el máximo puntaje nacional de la PSU con 843 puntos promedio, además de puntajes nacionales en matemática y lenguaje.
La joven egresó del Colegio Almondale en San Pedro de la Paz con un promedio final de 6,8. Aunque tanto ella como sus padres confiaban en que lograra un buen puntaje en la prueba, no se esperaban que el resultado fuera el máximo.
¿La clave del éxito? "Estuve en dos preuniversitarios. Tuve que hacerme una rutina de estudios y ser constante en todo para poder ir segura a la prueba y no tener dudas. Los últimos meses los pasé estudiando para la PSU", explica.
"Estoy en contra de la centralización"
El caso de Sofía es poco frecuente. A modo de ejemplo, de los 253 alumnos que obtuvieron puntaje nacional en 2014, más del 80% se concentró en universidades de la capital. Un 53% optó por la UC (128), mientras que el 26,5% eligió la U. De Chile (68). El 5,42% eligió la Universidad de Concepción.
Por otro lado, año a año, cerca de 160 mil nuevos alumnos emigran a la capital para continuar con sus estudios.
¿Qué la motivó a seguir en Concepción, siendo que cuenta con el puntaje para estudiar en Santiago? Sofía explica que ha vivido durante toda su vida en esta provincia, por lo que "es algo emocional creo yo, porque acá están todos mis seres queridos".
"También es comodidad, porque si vivo aquí me voy a tener que preocupar sólo por estudiar. En cambio, si vivo en Santiago, me tendré que preocupar por mi comida, por mi transporte y creo que eso podría afectar mi rendimiento", señala.
Pese a lo anterior, Sofía reconoce que la decisión también está influenciada por la calidad que ofrecen las instituciones de educación superior en la región. En el caso de la U. de Concepción, esta cuenta con 7 años de acreditación. El mismo indicador con que cuenta la Chile y la Católica.
"Muchas personas creen que por irse a Santiago van a ser exitosas, pero en realidad no creo que dependa del lugar donde estén, y creo también que si las personas no se fueran de su ciudad de origen, éstas podrían surgir más. Yo estoy en contra de la centralización", comenta.
Sofía agrega que "las autoridades regionales me han dicho mucho últimamente que es necesario que las personas se queden en la región para contribuir a su desarrollo. Entonces quiero ser un buen aporte a la ciudad cuando egrese".
Luego de un año intenso de preparación, la estudiante se alista para ingresar a la educación superior en el mes de marzo. Por mientras, se dedicará a descansar.
"Van a ser las vacaciones que más voy a disfrutar de mi vida, aunque no creo que salga mucho. Este año yo creo que ha sido uno de los mejores años de mi vida y al mismo tiempo uno de los más difíciles, porque me esforcé mucho en estudiar y yo creo que merezco un descanso por esto", concluye.
