Servicio Jesuita a Migrantes acusa "incongruencias" del gobierno por retiro de pacto de la ONU
El Servicio Jesuita a Migrantes expresó su desacuerdo y preocupación ante la decisión del Gobierno chileno de restarse del Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular.
Aseguraron que frente a lo que señaló el Ejecutivo, respecto de que migrar no es un derecho humano y que el derecho corresponde a los países para definir las condiciones de los ciudadanos extranjeros, "el Pacto Mundial para la Migración no establece en ningún punto de su texto el derecho humano a migrar".
Y agregaron: "las normas internacionales, que han sido firmadas y ratificadas por el Estado de Chile, sí consagran el derecho a salir de cualquier país, incluido el propio, así como el derecho a regresar a su país; junto con el derecho a solicitar y recibir asilo".
Además, explicaron que "este derecho conlleva el reconocimiento del derecho a migrar, lo que no implica que los Estados no puedan establecer normas internas que regulen el ejercicio de este derecho, así como los requisitos para ingresar y permanecer en un país".
Por otro lado, señalaron que a diferencia de lo que se ha sostenido, "el Pacto Mundial no es jurídicamente vinculante, consagra el principio de soberanía nacional y respeta el derecho de los Estados a determinar su propia política migratoria y regular la migración dentro de su jurisdicción".
En ese sentido, aseguraron que "el Gobierno ha señalado que en el documento del Pacto no se aprecia diferencia entre migración regular e irregular, siendo que el acceso y las libertades de circulación en uno y otro caso no podrían ser semejantes. Sin embargo, el texto del Pacto establece de manera explícita que 'los Estados podrán distinguir entre el estatus migratorio regular e irregular, incluso al decidir con qué medidas legislativas y normativas aplicarán el Pacto Mundial'".
También declararon observar una incongruencia por parte del Gobierno de Chile, "que ha promovido un proyecto de ley inspirado en el esfuerzo por la migración segura, ordenada y regular, pero al mismo tiempo descarta la vía de la cooperación en el marco amplio de un pacto que justamente se denomina Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular".
Finalmente, el Servicio Jesuitas a Migrantes, sentenció: "vemos con mucha preocupación que Chile se está acercando a la visión de países que optan por el nacionalismo extremo como respuesta a la migración, en lugar de sumarse a la vía de la cooperación internacional, junto a la gran mayoría de los Estados miembros de la ONU".
La declaración del organismo se suma a lo manifestado por el Instituto Nacional de Derechos Humanos, que declaró que "preocupa que este año no hayamos firmado el acuerdo, cuando Chile era parte de la comisión redactora de ese acuerdo, y hoy día nos restemos de un debate internacional. Es una declaración que no es vinculante y que lo que establece son principios generales para preparar a los países y recibir migración".