El pasado sábado 2 de julio dos automóviles llegaron a una pastelería ubicada en avenida Vicuña Mackenna en Providencia. De su interior, bajaron cerca de ocho personas que intentaron, por la fuerza, llevarse consigo a una pareja que estaba en su interior.
Finalmente, los desconocidos lograron escapar con una vendedora del local, dándose. La mujer, de nacionalidad venezolana, apareció dos días después en la comuna de San Bernardo.
Casos como el recientemente descrito indaga frecuentemente la PDI con el rótulo de secuestro. Sin embargo, ¿son este tipo de delitos comunes en el país o han ido en aumento?
Según las cifras entregadas por la PDI a T13.cl, este tipo de crímenes ha ido al alza. En lo que va del año, la institución policial ha investigado 16 denuncias de secuestro en el país en los primeros seis meses del año, cuatro más que en el mismo período del 2021. Incluso, esta cifra es la misma o incluso superior a la registrada en total en años anteriores, como sucedió en 2016 (14 secuestros), 2017 (16 secuestros) y 2019 (16 secuestros).
“Hasta mayo veníamos como en la misma cifra del año pasado pero este último mes se dispararon un poco los casos reales, asociados directamente a los últimos que son de secuestros de víctimas extranjeras y autores extranjeros… igualmente está asociado al aumento de denuncias de casos secuestros”, precisó el subprefecto Hassel Barrientos, jefe de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (BIPE) Metropolitana de la PDI.
Eso sí, para el subprefecto Barrientos, a nivel general los secuestros en el país suelen estar relacionados a bandas relacionadas con el narcotráfico.
“En la mayoría el contexto es el narco extorsivo, que entre bandas criminales dedicadas al narcotráfico o al microtráfico, secuestran a uno de sus integrantes o a alguien asociado al clan familiar, al fin de generar presión sobre la otra banda, de algún territorio en particular o solicitando dinero”
La otra alza: El “secuestro descartado”
En las cifras sobre secuestros dadas a conocer por la PDI destaca también una modalidad que en realidad, corresponde a otro delito.
Se trata del “secuestro descartado”, que corresponde específicamente a estafas telefónicas o vía redes sociales, donde los timadores se aprovechan de personas que solicitan información del paradero de algún ser querido extraviado. Para engañarlos dicen tener a su familiar secuestrado, cuando solo buscan engañar para obtener dinero fácil.
En específico, entre enero y junio de 2021, la PDI ha indagado 30 casos de esta índole, el doble que en la misma fecha del año pasado.
“Se ha dado mucho producto de información que hay en redes sociales. Esto tiene una génesis y tiene que ver con una presunta desgracia que se haya denunciado o con el extravío de un familiar”, precisó Barrientos.
“Las personas muchas veces levantan ese encargo por las redes sociales con información muy personal, confidencial y números de contactos directos de ellos, lo que genera que inescrupulosos llamen a las familias directamente haciendo creer que ellos tienen al familiar secuestrado y le exigen transferencia de dinero, pero en realidad estamos ante un delito de estafa en un contexto de secuestro virtual, no un secuestro real”, agregó.
En ese sentido, el jefe de la BIPE pidió como consejo no proporcionar antecedentes tan personales en este tipo de llamados a redes sociales y si tiene que poner algún teléfono, que utilice los números de contactos de las policías.