En 2018, cerca de nueve mil escolares rindieron la prueba PISA, evaluación internacional que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) desarrolla cada tres años.
En el caso de Chile, la última medición es preocupante, pues si bien el país mantiene su liderazgo en América Latina, los resultados no mostraron variaciones significativas respecto de 2015, lo que para los expertos se traduce en “estancamiento”, precisó El Mercurio.
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En total, Chile alcanzó 452 puntos en lectura; en matemáticas 417 puntos y en Ciencias 444 puntos. “La brecha con el promedio OCDE es de 35,72 y 45 puntos, respectivamente”.
En este contexto, Ernesto Treviño, académico de Educación de la UC y director del Centro para la Transformación Educativa, afirmó al matutino que “si bien es cierto que tuvimos mejorías muy importantes en la primera década del 2000, estamos estancados”.
La última edición de la prueba PISA puso un énfasis en la capacidad lectora de los estudiantes, lo que también es preocupante en el caso de Chile.
“El país es uno de los diez integrantes de la OCDE donde cerca del 25% de los alumnos tuvo un desempeño inferior al nivel 2. Es decir, no alcanzan las competencias mínimas que se requieren, según la OCDE, para participar completamente en una sociedad moderna”, detallaron en la publicación de El Mercurio.
Lo anterior se relaciona a la disminución de la lectura por placer y al acceso de internet por parte de los menores de edad.
“Los chicos reportaron, en todo el mundo, menor interés en la lectura por placer: cinco puntos porcentuales menos. Y también estar conectadas a internet más horas. Es muy importante analizar cómo vamos a abordarlo”, aseguró la directora dela OCDE, Gabriela Ramos.
