Por Valeska Rasjido y Juan Bustamante.
Vivían como si fueran artistas urbanos millonarios. Autos de lujo, joyas, ropa y zapatillas de marca. Se grababan siempre y compartían sus videos en redes sociales. El problema es que el contenido eran robos con violencia y todas sus fantasías las cumplían con encerronas y portonazos a punta de pistola. Uno de sus integrantes tenía apenas 13 años.
Vivían como si fueran artistas urbanos millonarios. Autos de lujo, joyas, ropa y zapatillas de marca. Se grababan siempre y compartían sus videos en redes sociales. El problema es que el contenido eran robos con violencia y todas sus fantasías las cumplían con encerronas y portonazos a punta de pistola. Uno de sus integrantes tenía apenas 13 años.
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