Este jueves, un local comercial fue baleado luego que su dueño se negara a ser extorsionado, aparentemente, por el Tren de Aragua, en Estación Central, Región Metropolitana.
Se trata de un incidente que quedó al descubierto durante la mañana de este jueves, cuando personal de la 21ª Comisaría de Estación Central fue requerido por el encargado de un minimarket ubicado en Toro Mazzotte.
El propietario es un ciudadano de nacionalidad peruana, quien denunció que durante la madrugada, desconocidos dispararon desde un vehículo en contra de la cortina metálica del local comercial.
Así, se contabilizaron 12 disparos en contra del minimarket, lo cual fue descubierto por el propietario a las 07:30 horas de este 5 de octubre, al momento de concurrir para hacer la apertura de la jornada.
Debido a lo anterior, en el lugar se desplegó personal policial para realizar las distintas diligencias investigativas, que permitan dar con la identidad y paradero de los responsables.
Cabe mencionar que uno de los locatarios, confirmó que en agosto se dejó un papel en el que se solicitaba contactar un número telefónico.
"Comunícate a la brevedad con este número... El Tren", decía el mensaje que le dejaron en el lugar, haciendo alusión a la banda criminal "Tren de Aragua".
El relato de los locatarios afectados por baleo en negocio de Estación Central
El dueño del local afectado por la extorsión dialogó con la prensa y afirmó que fueron "12 disparos en el local. Nosotros nos hemos percatado en la mañana, a las 6:00, que llegamos a trabajar".
"Me llegó hace más de un mes una carta donde me dejaban un número de teléfono, que yo me comunicara, pero lo dejé de lado, no hice caso a eso", apuntó, reconociendo que "no hice la denuncia ni llamé tampoco".
Reos vinculados al Tren de Aragua se autolesionaron en cárcel de Santiago por régimen de encierro
Igualmente, señaló que no pagó "porque no es un negocio grande, es un negocio donde se sustenta al día a día y no te da más ingresos para pagar los cupos que tal vez ellos cobran".
"Fue un papel que llegó al local. Vino un motociclista, bajó, dejó el papel y se fue. No nos dijo nada y en el papel decía que se comunicaran con un número telefónico", contó una de las trabajadoras del lugar.
