Este viernes se conoció la decisión del Papa Francisco de alejar de forma definitiva a Fernando Karadima, -ex párroco de El Bosque- de su estado clerical aludiendo al "bien de la Iglesia".
La decisión fue muy comentada en redes sociales y "Karadima" se convirtió en Trending Topic en Twitter. Y si bien muchos se dedicaron a destacar la decisión de la máxima autoridad de la Iglesia Católica, varios también consultaron qué significa, en la práctica, esta sanción para el ex religioso.
Karadima, que actualmente vive en el hogar de ancianos San José de Lo Barnechea, a cargo de la Congregación Santa Teresa Jornet, en 2011 fue considerado culpable por la Santa Sede de abusos sexuales violentos a menores, quienes eran feligreses de la Parroquia de El Bosque, y de abuso de poder otorgado por la potestad eclesiástica.
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Por estos crímenes, se le condenó a una vida de retiro en oración y penitencia, además de tener prohibido de por vida el ejercicio público de su ministerio, lo que incluía la confesión y la dirección espiritual de personas, además del oficio de la misa.
En tanto, la justicia chilena lo consideró culpable de los delitos, pero no pudo condenarlo a una pena efectiva por estar prescritos.
¿Qué pasa ahora?
Según indica el derecho canónico, tras la dimisión del estado clerical, es decir, la expulsión del sacerdocio, Karadima no podrá ejercer nunca más, entre otras disposiciones, ninguno de los sacramentos incluyendo el oficio de la misa.
Además, se indica que no tendrá derecho a recibir apoyo económico de la diócesis de Santiago, desde donde en la práctica fue expulsado.
Si Karadima quisiera mantenerse en el Hogar San José, tendría que costear él mismo los cerca $600 mil que vale la mensualidad.
La dimisión del estado clerical no implica necesariamente la dispensa del celibato, aunque en el decreto del Papa Francisco se explicita que junto a la expulsión se establece "la dispensa de todas las obligaciones derivadas de la sagrada ordenación".
El denominado caso Karadima fue clave para que en Chile se comenzara a investigar el tema de los abusos al interior de la Iglesia.
Actualmente, el Ministerio Público indaga a casi 140 sacerdotes por denuncias de presuntos abusos sexuales, afectando a casi 260 víctimas, investigación que lleva adelante el fiscal regional de O'Higgins Emiliano Arias, y que ha llegado a efectuar diligencias como allanamientos en el Arzobispado de Santiago y en recintos de la Iglesia en varias regiones del país.