Es una iniciativa que nació en las comunas de Lo Barnechea y Las Condes podría replicarse en Santiago de acuerdo con lo señalado por el alcalde electo, Felipe Alessandri.
El nuevo edil, quien asume su cargo este próximo 6 de diciembre, aseguró en entrevista con el diario La Tercera, que “sería muy necesario para la comuna un globo de televigilancia en los barrios más riesgosos. Estoy dispuesto a probarlos específicamente en el barrio Yungay, en el barrio Meiggs y en la propia Alameda”.
Este tipo de herramientas permiten una vigilancia simultánea de hasta treinta cuadras con una rotación de 360°. La elevación de estos globos, mediante gas helio, es lo que permite la mayor cobertura de las cámaras de alta resolución que están en su interior. Estas grabaciones son captadas desde una sala de monitoreo que está conectada con la PDI y Carabineros.
Respecto de la experiencia en otras comunas, el alcalde de Lo Barnechea, Felipe Guevara, indicó al mismo diario que “es una buena idea, a nosotros nos ha funcionado: bajan los delitos y sube la sensación de seguridad. Lo vamos a asesorar para implementarlo”.
El senador Alberto Espina de RN se mostró de acuerdo con la iniciativa y señaló que que "permitirá, como ha ocurrido en Lo Barnechea, prevenir los delitos por el efecto intimidatorio a los delincuentes y contar con pruebas que faciliten su identificación y captura”.
Este tipo de herramientas han sido cuestionadas, ya que de acuerdo con algunas organizaciones vecinales atentarían contra el derecho a la vida privada y la ley de datos personales. Por lo que ya se han interpuestos recursos de protección en la Corte de Apelaciones de Santiago.
De hecho, en marzo de este año, la Corte de Apelaciones consideró que los dispositivos -instalados para controlar la delincuencia- afectaban la privacidad de los vecinos.
Sin embargo, el máximo tribunal estableció que estos globos de vigilancia pueden funcionar en las comunas, aunque con restricciones, pues deberán respetar el derecho a la intimidad.
En esa línea se establecieron estas cuatro condiciones:
- Deben grabar solo lugares públicos. Los espacios privados abiertos se podrán registrar solo cuando haya un seguimiento de un presunto ilícito.
- Un inspector o delegado municipal debe revisar una vez al mes que no se hayan grabado espacios privados, como el interior de viviendas o tiendas comerciales.
- Las grabaciones tienen que ser destruidas cada 30 días. Solo se permitirá que se mantengan en caso de que contengan algún ilícito o delito, tras lo cual la municipalidad debe entregar el material a los órganos correspondientes.
- Todos los ciudadanos podrán acceder a las grabaciones, mediante una solicitud al municipio.
Sobre esto, Espina indicó que “es muy importante, eso sí, que el monitoreo de las cámaras sea hecho por la policía y se adopten todas las medidas para evitar un mal uso de las grabaciones”.
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