El Presidente Sebastián Piñera no descartó que haya existido una intervención extranjera tras los disturbios registrados en las últimas semanas de manera paralela a las manifestaciones masivas en Chile por el "estallido social".
En entrevista con el diario El País de España, el jefe de Estado abordó la destrucción de algunas estaciones del Metro de Santiago. A la hora de ser consultado por responsables, afirmó que "es la obra de grupos criminales organizados, pero naturalmente el investigar esta situación y el llevarlos a la Justicia y sancionarlos corresponde a las policías, a la Fiscalía y al Poder Judicial".
Sin embargo, habló de las sospechas de una intervención foránea y manifestó que "no descarto nada. He recibido mucha información, alguna de ella de origen externo, que afirma que aquí hubo intervención de gobiernos extranjeros. Pero quiero ser prudente, hemos entregado esa información a la Fiscalía, que es la que, por mandanto de la ley, debe investigar los delitos en Chile".
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Sobre si sus sospechas van hacia el Gobierno de Nicolás Maduro, apuntó que "he escuchado lo que dijo un alto oficial del Departamento de Estado de Estados Unidos, he escuchado lo que dijo la OEA y muchas organizaciones muy respetadas. No descarto nada, pero como presidente de Chile tengo que ser prudente".
El mandatario, además, aprovechó de clarificar el uso de la palabra "guerra" en medio del Estado de Emergencia que decretó a raíz de los disturbios.
"Guerra contra la violencia, contra la delincuencia, contra el saqueo, contra la injusticia, contra la pobreza, por supuesto (...) Decía que en esta ola de violencia participan grupos muy organizados que antes no conocíamos en Chile, a la cual se suman la delincuencia tradicional, el narcotráfico, los anarquistas y muchos más", aseguró.
Y comentó que "demostraron voluntad de destruirlo todo, sin respetar a nada ni a nadie. Quemaron y destruyeron la mitad de las estaciones de nuestro sistema de transporte subterráneo, vandalizaron más de 2.800 buses, quemaron cientos de supermercados, establecimientos comerciales, pequeños negocios. Sin piedad, sin ninguna contemplación por nada".
Piñera responde a acusaciones de violar los Derechos Humanos y peticiones de renuncia
El mandatario chileno abordó, por un lado, el establecimiento del Estado de Emergencia. "Lo que menos quiere un presidente es decretar estado de emergencia. Pero uno no hace lo que quiere, sino lo que debe".
De igual manera, respondió a los cuestionamientos que se han hecho en su contra sobre violaciones de los Derechos Humanos. "Es una acusación totalmente infundada. Hice lo posible por proteger a mis compatriotas de la violencia. Si no lo hubiera hecho y hubieran seguido quemando, no solamente estaciones de Metro, sino hospitales o aeropuertos, habría incumplido mi deber".
"Puedo asegurar que tomamos todas las providencias y precauciones para asegurar el respeto de los derechos humanos. Ahora, que en estas semanas de violencia pueden haberse cometido abusos, por supuesto que sí. Y tendrán que ser investigados y juzgados", complementó al respecto.
Sobre las peticiones de renuncia, afirmó que "Chile es un país libre. Todos tienen derecho a pensar lo que quieran del Gobierno, del presidente, de los clubes deportivos. Yo respeto esa libertad. A quienes no respeto es a aquellos que pretenden ser los intérpretes de la ciudadanía. Esa gente no se da cuenta de que el malestar también va contra ellos".
Respecto a la "explicación" tras las manifestaciones masivas que se han registrado, apuntó que "obedece a una realidad que venía empujando quizás hace 30 años y que no vamos a resolver en 30 días. No supimos enteder que había un clamor subterráneo de la ciudadanía por lograr una sociedad más justa, más igualitara, con más movilidad social, más igualdad de oportunidades, menos abusos".