El último Te Deum Evangélico celebrado el 10 de septiembre de 2017 estuvo marcado por el tenso ambiente entre los integrantes de dicha iglesia y la mandataria de entonces, Michelle Bachelet, debido a las duras críticas que recibió a su gestión en temas de la agenda valórica como el aborto en sus tres causales y el matrimonio igualitario.
Al celebrarse un año de dicho eposidio, un reportaje de La Tercera reveló que protagonistas de la polémica ceremonia están contratados por el gobierno de Sebastián Piñera.
El pastor Patricio Moya, quien durante el Te Deum afirmara que "no ha habido leyes urgentes para las necesidades reales de la gente", actualmente colabora como "experto" en el ministerio de Secretaría General de Gobierno (Segpres) con un sueldo de $1.032.355, de acuerdo al portal de Transparencia de la Segpres.
A él se suma Cristián Nieto, quien días después del evento rechazó la reacción de gobierno de Bachelet y expresó que había "un enfriamiento" de las relaciones con La Moneda, es parte del Instituto de Previsión Social, dependiente del ministerio del Trabajo, con una remuneración mensual de $3.333.333.
La labor de Nieto se basa en la misión de "asesorar al subdirector de Servicios al cliente y a las distintas áreas de la subdirección en el proceso de mejora continua de la gestión en distintos ámbitos con un foco en el perfeccionamiento de la atención ciudadana".
Las palabras de los pastores causaron la molestia de la exmandataria, quien se retiró de la Catedral Metodista Pentecostal sin despedirse de los obispos presentes en la ceremonia.