Pandemia y salud mental: 53% de pacientes con demencia presentó disminución significativa de memoria
Las demencias afectan a cerca de 50 millones de personas a nivel global y en Chile se proyectan 500 mil nuevos casos al 2050. Esta realidad se vuelve particularmente compleja ahora, en medio de los momentos más duros de la pandemia en nuestro país, entendiendo que las familias son las que ejercen principalmente las labores de asistencia y protección de los pacientes.
En este contexto, la académica e integrante de la Red Transdisciplinaria sobre Envejecimiento de la Universidad de Chile (RedEn), Andrea Slachevsky, realizó un estudio con pares nacionales, de Argentina y de Brasil sobre el impacto del aislamiento social en las personas con demencia, sus cuidadores y familias.
A partir de 321 entrevistas telefónicas, se evidenciaron diversas repercusiones negativas, pues el 53% de los pacientes presentó una disminución significativa de la memoria, un 31,2% se sintió más triste y un 37,4% aumentó sus síntomas de ansiedad.
“En pandemia se han discontinuado las atenciones de pacientes con demencias, dando cuenta que no se ha logrado compatibilizar la crisis sociosanitaria del coronavirus con las demás patologías. Este contexto ha irrumpido fuertemente en la vida cotidiana de personas con esta enfermedad, ya que tienen mayor dificultad para adaptarse a nuevos ambientes y desenvolverse con normalidad”, explica la académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.
Frente a la prevalencia de este grupo de enfermedades que afecta las funciones cognitivas, además de las dificultades para los cuidadores durante la pandemia, RedEn y la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo (VID) de la U. de Chile lanzaron la caja de herramientas “Viviendo con demencias”, un material didáctico, accesible y fácil de entender, que busca abordar esta problemática desde un enfoque inclusivo, sistémico y transdisciplinario.
Las recomendaciones de la caja de herramientas se enfocan en las características que deben tener los diversos espacios de la vivienda para que la experiencia de habitar sea inclusiva, considerando la realidad social de Chile, los estándares actuales de accesibilidad, y los síntomas que podrían experimentar las personas con demencia, como dificultades para pensar, aprender, orientarse, comunicarse y memorizar, entre otras.
Entre las medidas adaptables que orientarán a familias y cuidadores destaca el uso de señales visuales con color u objetos que sean familiares y significativos; implementación de entornos accesibles y libres de obstáculos para transitar; instalación de señalética y etiquetas en puntos estratégicos para ayudar a encontrar habitaciones o utensilios; y mantención de espacios ordenados con jerarquía reconocible.