Ocho plantas medicinales aprobadas por el Minsal que permiten combatir enfermedades respiratorias
Hasta comienzos del siglo XX, las plantas fueron parte fundamental de la materia médica y luego la química permitió ir mejorando el conocimiento de sus principios activos.
En medio de este escenario, expertos han coincidido en que la terapéutica moderna puede prescindir de las especies vegetales, ya que sólo basta contar con esos principios activos transformados en productos farmacéuticos.
Es así como a comienzos de los 90' un grupo de especialistas convocado por el Ministerio de Salud, informó que el uso medicinal de herbolaria autóctona “adolecía de definiciones técnicas apropiadas que diferenciaran entre planta medicinal y té de hierbas, y que existían importantes deficiencias en su proceso productivo”.
De esta forma, recomendó diferenciar en las condiciones de venta al público las categorías de té de hierba o complemento alimentario, del de planta medicinal o medicamento herbario.
Años más tarde, las autoridades sanitarias zanjaron una lista de medicamentos herbarios tradicionales definido por 103 especies vegetales, titulada Medicamentos Herbarios Tradicionales (MHT).
Esta realidad se materializó en una resolución publicada en 2009, en el último año del primer gobierno de Michelle Bachelet.
De la centena de estas especies y considerando las bajas temperaturas invernales, en T13.cl seleccionamos ocho plantas que se pueden obtener con mayor facilidad en el mercado y cuyas propiedades permiten disminuir los malestares de enfermedades respiratorias como la bronquitis, el asma, la gripe, entre otras.
1. Yerba del lagarto o Calahuala
Este helecho lleva su nombre popular (yerba del lagarto), por sus largos rizomas gruesos, carnosos y escamosos que se arrastran como lagartos sobre los troncos de los grandes árboles que le sirven de sostén.
El rizoma, raíces y tallos de esta planta se usan en infusión o decocción para combatir afecciones pulmonares crónicas, catarros bronquiales, tos, e incluso malestares gástricos, cólicos, fiebre. Se le considera un depurativo, expectorante y sudorífico.
"En el sur de Chile, la población considera que la hierba del lagarto de mejores propiedades medicinales es la que crece sobre los manzanos", indica el MHT del Minsal.
2. Vira-Vira
Conocida también como la "hierba de la vida", "hierba de la diuca" y "wenanwe" (que en mapudungún significa “hierba para quitar la pena”), se caracteriza por ser siempreverde.
El infuso de sus flores mezcladas con las de sauco, violeta, malva y amapola da excelentes resultados en el tratamiento contra problemas bronquiales.
Popularmente, a sus flores se le atribuyen propiedades expectorantes, sudoríficas y febrífugas. Se emplean en infusión como tratamiento de diversas afecciones respiratorias como el asma, la tos y la bronquitis.
3. Pino insigne
Es un árbol resinoso que llega hasta los 30 metros de altura.
En medicina popular se emplean las yemas, los brotes tiernos y, en menor medida, la corteza. Se usa en forma interna en trastornos respiratorios como catarros, sinusitis y bronquitis. Es frecuente el uso de inhalaciones (“vahos”) de vapores de hojas de este árbol y brotes de pino, para tratar casos de tos y obstrucción nasal.
También se utiliza para tratar el reumatismo e infecciones urinarias.
4. Radal Lomatia hirsuta
Es un árbol de hasta 15 metros de altura, de follaje persistente y corteza de color grisáceo a pardo oscuro.
A esta especie se le atribuyen propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas y citotóxicas.
En medicina popular las hojas de radal se emplean en el tratamiento de enfermedades del aparato respiratorio de carácter obstructivo como tos, asma bronquial y bronquitis.
En su presentación comercial, el radal entra en la composición de varios preparados indicados para la tos y trastornos bronquiales.
5. Quillay
Las hojas y flores de este árbol o arbusto de hasta 10 metros de altura, se emplean en el tratamiento de malestares respiratorios, sobre todo para tratar la tos.
El macerado de su corteza es utilizado también para lavarse el cabello ya que combate la caspa y la seborrea, en cambio la decocción se emplea para tratar afecciones de la piel.
6. Naranjo amargo, naranjo agrio
Las flores del naranjo son conocidas por su fuerte e intenso aroma y los principios amargos de su fruto pulposo, le dan a naranja amarga propiedades aperitivas y tónicas.
En medicina tradicional se emplean las hojas, flores y corteza de este fruto en infusiones que permiten combatir afecciones respiratorias (bronquitis, tos, resfríos).
Las flores, en jarabe o infusión, así como las otras partes de la planta se usan como tranquilizante nervioso y antidepresivo (para el dolor de cabeza, insomnio).
Algunos autores advierten sobre el uso de formulaciones de Citrus aurantium en tratamientos de la obesidad.
El uso de preparados de naranja amarga está contraindicado en coadministración con medicamentos que contengan ciclosporina.
7. Hierba del paño
Originaria de Europa y Asia, ha sido naturalizada en casi todas las regiones temperadas. Se observa en hábitat andino y florece entre noviembre y febrero.
En Chile se la encuentra entre las provincias de Coquimbo y Valdivia. En la Región Metropolitana crece de preferencia en Quinta Normal, Quebrada del Arrayán, Quebrada Macul y cajón del Maipo, entre otras áreas.
Es una planta medicinal cuyas flores, y en menor medida las hojas, se emplean popularmente en el tratamiento de cuadros inflamatorios, asma, bronquitis, toses espasmódicas, problemas pulmonares.
Se usa además en afecciones digestivas (esofagitis, gastritis, diarreas).
8. Eucalipto / Eucaliptus Eucalyptus globulus Labill
La infusión de las hojas adultas de esta planta se emplea en afecciones respiratorias de diversa índole: bronquitis, asma, faringitis, amigdalitis, gripes y resfriados.
En los casos de males respiratorios es común utilizar esta planta en forma de “vahos” (vaporizaciones).
También sus propiedades se expanden para el control de la diabetes, cistitis y vaginitis (en forma oral o duchas locales), y dermatitis de cualquier origen.
El Eucalipto tiene propiedades hipoglucemiantes, además de capacidad inhibitoria de gérmenes patógenos, lo cual justifica su uso como antiséptico de las vías respiratorias y urinarias.
Los expertos advierten que no se recomienda su uso para embarazadas.