Durante la conferencia de prensa, encabezada por Fernando Ramos, obispo auxiliar de Santiago y secretario general de la Conferencia Episcopal y Juan Ignacio González, obispo de San Bernardo, se informó que todos los obispos de Chile dejaron su carta de renuncia en las manos del Papa para que decida si siguen como miembros de la Iglesia.
"Queremos anunciar que todos los obispos presentes en Roma, por escrito, hemos puesto nuestros cargos en las manos el Santo Padre para que libremente decida con respecto a cada uno de nosotros", explicaron.
Sin embargo, advierten que "mientras el Santo Padre no las acepte, seguimos ejerciendo nuestra labor pastoral".
Lectura de declaración de los obispos de @iglesiachile #VCEnRoma pic.twitter.com/ecn0tPHcBV
— Voces Católicas ن (@VocesCatolicasC) 18 de mayo de 2018
Asimismo, los obispos agradecen a las víctimas por su persistencia en medio de la incomprensión de la Iglesia.
Todos los obispos de Chile "piden perdon por el dolor causado a las víctimas, al Papa, al Pueblo de Dios y al país por nuestros graves errores y omisiones".
"Queremos restablecer la jjusticia y contribuir a la reparación del daño causado, para reimpulsar la misión de la Iglesia en Chile, cuyo centro siempre debió estar en Cristo", añaden.