Eutanasia y suicidio asistido: Los países en que se han aprobado, sus diferencias y en qué está Chile
El Parlamento portugués aprobó este viernes la versión final de una ley que despenaliza la eutanasia, con lo que el país se suma a los pocos del mundo que permite a una persona con una enfermedad incurable poner fin a su sufrimiento.
La ley fue adoptada, gracias en particular a los socialistas, que disponen de mayoría absoluta, por 129 votos a favor y 81 en contra, del total de 230 diputados con que cuenta la cámara portuguesa.
Según la nueva ley, las personas de más de 18 años podrán solicitar asistencia para morir si sufren una enfermedad terminal y un sufrimiento insoportable.
Solamente cubriría a quienes sufren dolores "duraderos" e "intolerables", a menos de que no se les considere mentalmente capacitados para tomar una decisión.
Se aplicará a ciudadanos portugueses y residentes legales, y no a extranjeros que llegan al país en busca de un suicidio asistido.
Eutanasia y suicidio asistido: diferencias y qué países lo aprobaron
Aunque parecen prácticas similares, la eutanasia se diferencia del suicidio asistido. En este último, el médico actúa como consejero y facilita los medios para que sea el propio paciente quien termine con su vida.
En la eutanasia, en tanto, el médico no sólo provee los medios, sino que además ejecuta el acto final.
En 2019 el papa Francisco mostró su rechazo frente a ambos, considerando que tanto la eutanasia como el suicidio asistido “son una derrota para todos”.
Junto a Portugal, en los últimos años España y Nueva Zelanda también han legalizado la eutanasia y la muerte asistida, ampliando el número de países que permiten ambos procedimientos. Canadá, Colombia, Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo se suman al listado.
Hay países como Suiza y Austria, además de varios estados estadounidenses y de Australia, donde es legal el suicidio asistido, pero no la eutanasia.
¿En qué está Chile?
En octubre pasado el Gobierno del Presidente Gabriel Boric renovó la "discusión inmediata" al proyecto que legaliza la eutanasia en Chile.
El proyecto busca dar derecho a optar voluntariamente para recibir asistencia médica con el objetivo de acelerar la muerte en caso de enfermedad terminal e incurable.
Se trata de un nuevo impulso en la tramitación de la normativa que imprime la administración de Boric, dado que durante su primera Cuenta Pública en mayo de 2022 se había anunciado una urgencia simple.
Desde ese entonces, el Ejecutivo le ha puesto la urgencia a la discusión de la norma, según explicó la subsecretaria de la Segpres, Macarena Lobos.
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"A partir de junio, hemos ido renovando semanalmente la discusión inmediata, demostrando la prioridad que tiene para el Ejecutivo avanzar en esta iniciativa y haciendo un llamado a los senadores integrantes de la Comisión de Salud para que puedan aprobar prontamente este proyecto", expresó Lobos.
El proyecto ha estado más de 10 años en el Congreso, dado que se ingresó en 2011 y quedó congelado hasta 2014, cuando una moción avanzó hasta ser aprobada en general en diciembre de 2020 y en particular en 2021, para pasar a segundo trámite constitucional y quedar en la Comisión de Salud del Senado.