Tras permanecer tres días en riesgo vital, Francisca murió en el Hospital Sótero del Río luego de recibir dos disparos en su estómago producto de las denominadas ‘balas locas’.
La joven madre, de 27 años, se encontraba lavando su vehículo en la calle cuando recibió los impactos en su cuerpo. Uno de ellos atravesó la arteria iliaca por los dos lados y producto de la gravedad de la lesión, terminó falleciendo la noche de este miércoles.
Su esposo, Ariel Faunes, estuvo ese día en contacto con ‘Bienvenidos’ y pidió una cadena de oración por la trabajadora de la salud, la que se debatía entre la vida y la muerte.
La familia declaró estar completamente impactada y destrozada por lo sucedido, ya que pese a todo albergaban una esperanza de que la joven sobreviviera.
Francisca trabajaba como arsenalera en el Hospital San Juan de Dios. Allí conoció a su pareja con quien varias veces atendió a integrantes de bandas delictuales heridos.