Fue pasado el mediodía que Isaac Givovich recibió el llamado de Jordi Bertomeu, el sacerdote que oficia de notario en la ronda de escucha oficiada por el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, en torno a las denuncias contra el obispo de Osorno, Juan Barros, sindicado como encubridor de los abusos de Fernando Karadima.
La llamada tenía como propósito convocarlo a las 9:30 horas de este martes a la nunciatura, para recoger su testimonio en torno a los abusos por parte del hermano Marista Adolfo Fuentes. Una cita que se concretará de manera excepcional, aprovechando los días adicionales que Scicluna tuvo que permanecer en el país, tras someterse a una operación de vesícula.
"Lo recibo como una muestra de esperanza, de esta nueva iglesia que yo hablo, de una iglesia abierta a escuchar, abierta a tomar medidas, tiene que ver con que la justicia y la verdad nos llevarán a la reconciliación con la iglesia", afirmó a T13.cl
Givovich agregó que "para nosotros los católicos es muy importante salir adelante y eso es lo que queremos buscar. Esta reunión y darnos cuenta de que el enviado del Papa -que solamente venía a ver el caso de monseñor Barros- me reciba para ver el tema de los Maristas, quiere decir que el Papa le está poniendo atención a lo que está pasando en Chile, a lo que pasó con niños hace 30 años atrás".
Si bien el vocero de las víctimas de abusos en establecimientos de los hermanos Maristas dijo que confían y respetan la labor del padre salesiano David Albornoz -quien se desempeña como investigador canónico- "lo que no queremos es que sea la congregación Marista la que sancione estos casos, sino que sea el mismo Vaticano".
"Lo que estamos buscando es que el monseñor Scicluna al recibir nuestro testimonio también reciba nuestra solicitud de que sea el Vaticano el que resuelva las sanciones en contra de los hermanos que están involucrados", sentenció.
Givovich, quien es yerno del alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, hizo el pasado jueves un crudo relato de los abusos sexuales de los que dice haber sido víctima desde los 7 años.
"A los seis años sufrí el primer abuso sexual por Adolfo Fuentes, quien me obligó a hacerle sexo oral; esto se hizo reiterativo hasta los 9 años. A los 7 años sufro la primera violación (...) Fui abusado en nombre de Dios. Había todo un ritual detrás del abuso, es un patrón de conducta presente en todos los hermanos maristas que han sido implicados en los casos. Es un ritual de ofrecimiento, donde tú eres un elegido y debes agradecer eso. Se hacía una oración previamente y posteriormente se agradecía. Y tu abusador agradecía a Dios haber pasado ese momento”, relató en Tele13 Radio.
Ese mismo día, Givovich dio a conocer una carta donde los hermanos Maristas se mostraron "conscientes" del daño causado.
"A nombre de la congregación de los Hermanos Maristas te pedimos perdón por los abusos que sufriste en el pasado, cuando fuiste alumno del Instituto Alonso de Ercilla, experiencia y dolor que arrastras hasta ahora en tu vida de adulto y que tú nos has dado a conocer a través de la prensa y confirmado en un encuentro personal", se leía en la misiva.