Línea Azul, la empresa de buses involucrada en el accidente ocurrido en Mostazal que dejó a seis pasajeros fallecidos y 46 heridos, enfrentará próximamente la suspensión de sus servicios rurales por disposición del Ministerio de Transportes.
Aquello se suma a la medida adoptada por la cartera días atrás, en donde ya habían suspendido todos los recorridos interurbanos de la empresa. De ese modo, y con esta nueva decisión adoptada por las autoridades pertinentes, Línea Azul se quedaría sin servicios disponibles.
Según indicó a El Mercurio la titular de Transportes, Gloria Hutt, el pasado lunes “ya fueron enviadas las notificaciones, están en el periodo en que ellos tienen que recibir las cartas certificadas en las cuales se dispone la suspensión de todos los servicios”.
La empresa de buses, según evidenció el diario, continuaba ofreciendo viajes correspondientes al trayecto Chillán-Concepción, ya que al ser un recorrido menor a 200 km, cabía dentro del nivel “rural”.
Lo anterior podría verse interrumpido a partir del próximo lunes, en un procedimiento que no esperaría los descargos de la compañía para hacerse efectivo.
“La forma de proteger a los usuarios y prevenir accidentes es suspender todos los servicios hasta que se aclare bien la situación de Línea Azul”, sentenció la ministra Hutt, haciendo referencia a los documentos adulterados con los que transitaba y operaba la máquina siniestrada.