El Cártel Jalisco Nueva Generación, señalado por Estados Unidos como una de las tres organizaciones más criminales del mundo, estaría buscando expandirse a Latinoamérica, con Chile incluido.
De acuerdo a información policial, el comando ya habría estado distribuyendo drogas en Colombia, Brasil, Perú, Bolivia, Uruguay y Argentina. También en nuestro país.
No se descarta que hayan enviado más de tres toneladas de marihuana que fue incautada en el puerto de San Antonio durante los últimos días. Se presume, además, que enviaron un cargamento de otros 1.700 kilos a nuestro país en 2019.
En aquella oportunidad, la Fiscalía Especializada en Antinarcóticos y Crimen Organizado de la Fiscalía Regional Metropolitana Sur requirió la revisión de todas las cargas de una empresa mexicana. En unos contenedores que, de acuerdo a los documentos, contenían cajas de cerámica. Sin embargo, la droga estaba allí.
El Cártel Jalisco Nueva Generación ha tenido un rápido crecimiento y expansión internacional, pero los cambios en la legislación de diversos estados en EE.UU. con respecto a ciertas drogas habría hecho que perdieran influencia y dinero, por lo que la "recuperación" del negocio tendría que apuntar a otros mercados como el latinoamericano.
"(CJNG) Ha crecido rápidamente en México y es uno de los grupos más dominantes. Su especialidad es la producción de drogas sintéticas", dice el "Chimisal", agente federal antinarcóticos de Estados Unidos que vivió en Chile, en conversación con T13.
Y destaca su poder de fuego comparable con arsenal militar: "Usan granadas propulsadas por cohete como para derribar helicópteros".
"Los cárteles mexicanos siguen traficando drogas con tácticas violentas, por lo tanto, estos cárteles representan una seria amenaza en todo el mundo", declara sobre los riesgos de que organizaciones criminales como estas comiencen a operar en el país y en la región. "El cártel de Sinaloa es muy poderoso. Sigue traficando a los Estados Unidos y a Europa. Y el cártel es controlado parcialmente por el hijo del 'Chapo' Guzmán".
Eduardo Gómez, analista mexicano y experto en narcotráfico y seguridad, por su parte, recuerda que antiguamente la sociedad civil percibía y reclamaba que las autoridades de las ciudades atrapadas por el narcotráfico estaban "compradas". Sin embargo, la violencia con la que actúan ha transformado el paranorama, incluso, para peor.
"Hoy por hoy ya no tienen la necesidad de comprarlos, simplemente ejercen el poder a través de la intimidación y el que no acepta se muere", revela.
Si bien los eventuales vínculos u operaciones de los cárteles mexicanos con Chile son objeto de investigaciones, Gómez alerta sobre los nexos con dos ejemplos recientes: hace un mes, en las cercanías del balneario de Cancún, en el estado de Quintana Roo, fueron interceptados dos aviones que venían provenientes del cono sur. Uno de ellos era pilotado por argentinos.
Cada uno transportaba alrededor de una tonelada de cocaína.
Además, asegura dos chilenos habrían muerto intentando adentrarse en el negocio del narcotráfico en México: "La información que yo tengo es que se vieron involucrados en operaciones de narcotráfico, de cierta envergadura, estando aquí lo que los correlaciona con cárteles con miras a distribuir cantidades importantes de estupefacientes".