Cuando faltan aún tres meses para el fin del año, este 2018 ya se ve como el peor en lo que respecta a la donación de órganos en más de una década en el país.
Cifras del Ministerio de Salud indican que a la fecha solo se han realizado durante este año 83 donaciones de órganos, 90 menos que las realizadas el año pasado y diez menos que en 2005, año en que se realizó la menor cantidad hasta ahora en los últimos 14 años.
Estas cifras son alarmentes considerando que actualmente hay un total de 2.666 personas esperando por un trasplante en el país.
Entre éstos se encuentra Mateo Civalero de 5 años, cuyo caso tiene la particularidad de que requiere un trasplante que jamás se ha hecho en el país: el de intestino delgado: "Es un tema muy complicado porque su condición es muy grave. A pesar de todo Mateo parece a un niño normal, de que no tiene ninguna patología, pero le falta un órgano", explicó a T13.cl Rocío Bello, madre de Mateo.
El menor nació en 2012 en el Hospital Félix Bulnes con una gastrosquisis, enfermedad que propició que su intestino se desarrollara fuera de su cavidad abdominal. 48 horas después del nacimiento Mateo perdió todo su intestino delgado.
Un paper de la Organización Mundial de la Salud define esta enfermedad como "una anomalía congénita de la pared anterior del abdomen que se acompaña de hernia del intestino y ocasionalmente de otros órganos abdominales".
Según indicó Bello, en su momento le indicaron que las probilidades de sobrevida de su hijo eran nulas, pero la familia logró que el niño tenga una vida lo más normal posible. Vive en el hospital desde su nacimiento donde pasa 12 horas conectado todos los días a una máquina que lo alimenta.
Una vez que es desconectado en la mañana, su madre lo va a buscar todos los días desde Peñaflor para que pase tiempo con su padre y pueda ir a un jardín infantil para luego llevarlo de vuelta para que vuelva a ser conectado.
"Nuestro sueño es traerlo a la casa. Que tenga hospitalización domiciliaria y que duerma con nosotros. Él nunca ha dormido acá, él duerme todos los días desde que nació en el hospital", aseguró la madre.
Donante debe ser también un niño
Tras las gestiones realizadas por su familia, hace poco más de dos años Mateo ingresó a lista de espera para este trasplante inédito en el país.
A pesar de este logro, al que se suma que Fonasa accediera a pagar esta inédita intervención que tiene un costo cercano a los 200 millones de pesos, se añade la complejidad de encontrar un donante menor de edad: "El donante tiene que ser un niño casi de las mismas carecterísticas de Mateo. No puede ser un adulto", aseguró Bello.
Si bien en caso de encontrarse un donante sería el primer trasplante de intestino que se hace en el país, según la madre el equipo médico que estará a cargo de la operación ya ha realizado la cirugía en los Estados Unidos.