El terremoto del 27 de febrero del 2010 golpeó fuertemente al centro del país, pero el daño se concentró en las regiones del Maule y el Biobío. Ahí se entregaron la mayoría de las viviendas a damnificados: 128 mil de las 225 mil entregadas en total, ahora un grupo de ellos deberá devolver sus viviendas.
Una de las condiciones para la entrega de los nuevos hogares a las familias afectadas por la catástrofe, era que los beneficiarios utilizarán efectivamentes las viviendas. El Serviu detectó un grupo de familias arrendando las casas y les pidió devolverlas.
Se trata de 89 familias en la región del Biobío y 14 en el Maule que deben devolver sus viviendas. En tanto, 14 familias de ambas regiones ya entregaron las casas.
Según informa El Mercurio, Juan Pablo González, director regional del Biobío del Servicio de Vivienda y Urbanismo señaló que “las viviendas son de más metraje, mejor calidad, y en Dichato se recuperó el borde costero. Se valorizó un sector de forma distinta y la ciudad volvió a repensarse.
Esto sería un primer paso para generar fuertes tensiones en el sector, ya que según Leonel Pérez, investigador del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable, esta es la primera señal de que los terrenos son apetecidos. “La segunda señal va a ser, probablemente, el recambio social por sectores de mayores ingresos”, señaló el investigador.