Ha pasado poco más de un mes desde que en la comuna de María Elena, de la región de Antofagasta, se conoció el primer caso de COVID-19.
Hasta la fecha, los casos han ascendido a 112, según el último informe del Ministerio de Salud. Una cifra que la posiciona como la comuna más afectada del país según su tasa de incidencia, que considera los contagios cada 100 mil habitantes. A modo de ejemplo, la comuna de Independencia registra una tasa de 936,2. En María Elena, la cifra alcanza 1643,7 considerando que la zona cuenta con una población de apenas 6.814 personas.
Pese a ello, solo Antofagasta y Mejillones cuentan con una cuarentena obligatoria, por lo que el alcalde de la comuna, Omar Norambuena, tras insistir en que se considere a María Elena en dichas medidas, decidió tener su propia cuarentena implementando restricciones con ordenanzas municipales.
"Cuando llegó el primer contagio a María Elena, nosotros ya el día 3 de marzo habíamos pedido cuarentena para esta comuna, antes que pasaran estos hechos", declara a T13.cl.
Además, aseguró que la mayoría de los pacientes con COVID-19 tienen que ser trasladados al hospital de Calama o en su efecto a una residencia por la cantidad de pacientes contagiados.
¿Qué pasó en María Elena?
Según explicó el alcalde Norambuena a T13.cl, la última oficina salitrera del mundo presenta dos focos principales de contagio.
El primero de ellos dice relación con las características propias de la comuna pampina como su cantidad de habitantes y las condiciones de habitabilidad; y el segundo es por la alta cantidad de trabajadores de todo Chile que llegan a dormir al lugar para luego trabajar en comunas aledañas como Calama o Tocopilla.
"Este es un campamento minero que fue adecuado para que vivieran las familias con sus trabajadores. Estas viviendas prácticamente tienen un solo ambiente. Las viviendas de María Elena tienen el living, dos dormitorios, el baño y la cocina, todo eso es casi solo un ambiente. Esa situación de habitabilidad sumada a la trazabilidad familiar... hay familias que son numerosas", detalla el edil.
Y agrega: "María Elena se compone con muchas familias que tienen relación directa en hacer actividades sociales, entonces eso no se ha perdido".
En ese sentido, el alcalde señala que "tenemos una población cercana a los 7 mil habitantes, que arrojó el último Censo, pero yo me arriesgaría a decirte que tenemos muchos más que esos 7 mil, puesto que no fueron considerados un número importante de trabajadores que circulan acá que sobrepasan los 3 mil por diferentes motivos".
La autoridad sostuvo que en el sector hay proyectos de distinto tipo y las empresas alquilan las casas de María Elena para que sus empleados cumplan las horas de descanso.
El alcalde aseguró que otra de las causas del aumento de casos es "la irresponsabilidad de muchos jóvenes y familias que todavía creen que este es un mero resfrío y que nos costó mucho controlar esa parte todavía con este toque de queda antes de las 10 hacían fiestas o actividades sociales y salían después de las 5 AM, por lo que cumplían con el toque de queda, pero no con la regla de la distancia social y el uso de mascarillas".
En esa línea advierte: "Yo no veo ninguna curva, veo una recta ascendente hacia arriba porque ya tenemos más de 138 casos y tenemos más de 70 exámenes a la espera".
Medidas
El alcalde Norambuena asegura que ya se están tomando medidas como municipio para evitar que sigan aumentando los casos en María Elena.
"Nosotros hemos decidido tener una cuarentena propia, ya que no fuimos escuchados a nivel central. Hoy día la gente ha entendido y todas las empresas y además todo el tránsito de personas -que se han molestado mucho- pasan por dos controles sanitarios en la entrada y salida de María Elena que instalamos con apoyo del Gobierno Regional".
Junto con el concejo municipal han hecho tres ordenanzas que "están siendo fuertemente aplicadas", enfatiza.
"Una tiene que ver con la restricción de los horarios del comercio, otra tiene que ver con la fiscalización directa del uso de mascarillas, hacer las distancias que corresponden en el comercio y la restricción del horario de ventas alcohólicas", detalla.
Las medidas comienzan a regir este sábado 23 de mayo, a pesar que ya se realizó una marcha blanca para poner al tanto a la población.
De esta manera, las autoridades locales buscan hacer frente a la pandemia de forma paralela a lo que decrete el gobierno central: "No podemos hacer manifestaciones a cada rato, porque nos tomamos la carretera en un momento dado, pero hoy día no puedo exponer a nadie más a esto", cierra Norambuena.
