Las sanciones que aplicará la UC a alumnos sorprendidos copiando por WhatsApp
Luego de un año de investigación, el vicerrector académico de la Universidad Católica, Juan Larraín, dio a conocer las sanciones a un grupo de estudiantes de la facultad de ingeniería de la casa de estudios, quienes en mayo de 2015 fueron sorprendidos siendo parte de una masiva copia a través de un grupo de WhatsApp que llevaba por nombre "Asado familiar".
Larraín envió una carta a los decanos de la universidad, donde da a conocer los puntos centrales del informe evacuado por la Comisión de Apelación, tras la revisión de los antecedentes recabados por la secretaría general del plantel. Un proceso donde -dice- resultó "fundamental la contribución de algunos alumnos que reconocieron con la verdad su participación en estos lamentables hechos".
De acuerdo al documento al que accedió T13, de los 27 alumnos a los que se les formularon cargos, 19 de ellos resultaron sancionados por incurrir en "infracciones académicas" de acuerdo al "Reglamento sobre Responsabilidad Académica y Disciplinaria de los Miembros de la Comunidad Universitaria". (Artículo Nº 10).
Las sanciones comenzarán a regir desde el segundo semestre de 2016, y son las siguientes:
- 9 alumnos con suspensión por 1 semestre
- 9 alumnos con suspensión por 2 semestres
- 1 alumno amonestado
Adicionalmente se aplicarán medidas accesorias, como la inhabilitación -temporal o defintiva- para realizar ayudantías o intercambios internacionales patrocinados por la casa de estudios.
"Las sanciones establecidas en cada caso dependieron de la participación de los alumnos tanto en la coordinación y organización previa a la copia, como en el envío y recepción de una información orientada a obtener mejores calificaciones por la vía de la apropiación y el aprovechamiento del conocimiento ajeno", señala Larraín en la carta.
En la misiva a los decanos, Larraín enfatiza que "en el centro de nuestro quehacer universitario está la formación de personas y de profesionales con sólidos principios éticos".
"Los estándares éticos con que debemos abordar cada una de nuestras labores en este campo son irrenunciables, y de hecho se encuentran inscritos en nuestra declaración de principios", agrega.