"Ayer hubo hechos brutales, todos somos testigo. Incluso, muchos creían que anoche cuando el Presidente hizo uso de su palabra en cadena de medios de comunicación iba a volver a decretar estado de Emergencia, pero no ha sido ese el espíritu que ha animado al presidente y al gobierno".
Con estas palabras, el ministro de Justicia, Hernán Larraín, aludió a uno de los temas que se tomó el debate político la tarde del martes, en medio de la expectativa por la cadena presidencial realizada por el Presidente Sebastián Piñera, en medio de una jornada de paro nacional cruzada por hechos de violencia, entre ellos el incendio al interior de iglesia de la Veracruz, en el barrio Lastarria, la intendencia de Antofagasta, entre otros puntos.
Era tal el revuelo que incluso el presidente del Senado, Jaime Quintana, escribió en redes: "Un eventual estado de excepción sería un portazo a salida política y pacífica que requiere Chile".
"Creemos que con las fuerzas policiales normales es posible contener la situación que hoy día existe. Y que más que seguir por ese camino, creemos que es necesario retomar con urgencia el camino del diálogo y el acuerdo para asegurar la paz y la democracia", explicó el ministro de Justicia.
Larraín abordó el tema durante su comparecencia a la comisión que revisa la acusación constitucional presentada por parlamentarios de oposición contra el ahora ex ministro del Interior, Andrés Chadwick, por su presunta responsabilidad política en las denuncias de violaciones a los derechos humanos cometidas durante el Estado de Emergencia que rigió en varias regiones del país entre el 19 y el 27 de octubre, en medio del estallido social.
El ministro defendió la decisión de La Moneda, señalando que frente a "esta situación y acciones inéditas de violencia y destrucción, el Presidente Piñera -en el marco de la constitución y la ley- estableció un estado de emergencia en algunas regiones".
"El estado de emergencia fue decretado precisamente con el objetivo de garantizar a los chilenos el pleno ejercicio de sus derechos y libertades fundamentales, para restablecer el orden público y para resguardar y garantizar la paz social", aseguró.
El titular de Justicia remarcó que "nosotros consideramos que el estado de emergencia es un estado de excepción cuyo propósito es asegurar que los chilenos en una situación de convulsión social puedan vivir con niveles de tranquilidad mínimos. No fue hecho en respuesta a manifestaciones pacíficas, sino fue una respuesta a la violencia, destrucción y amenazas".
"Fue considerado un acto necesario dada la situación que se estaba viviendo, debido a la situación de violencia que se estaba incrementando día a día, y que hacía que la contención policial que normalmente es la que está llamada a evitar desmanes fuera necesario complementarla con la acción militar, que es a que permite el Estado de Emergencia", agregó.