La embarazada que casi murió por acariciar un conejo y el chofer de Uber que ayudó a salvar su vida
Miguel Ángel Martínez, conductor de Uber, fue clave para salvar la vida de una embarazada que sufrió una reacción alérgica que provocó que perdiera el conocimiento por algunos minutos al no poder respirar.
Según publica Las Últimas Noticias, la mujer tomó a un conejo en brazos y lo empezó a acariciar, "quizás todo fue porque no lo acaricié por encima, sino como rasguñándolo. No era la primera vez que lo hacía y nunca me había pasado nada. Pero esta vez fue diferente", señaló Alejandra Ibáñez.
"A los dos minutos empecé a toser. Toser sin parar. Le pasé el conejo a mi marido, pero seguía tosiendo. Se me empezaron a hinchar las manos, el cuello, los brazos y me costaba respirar. Era todo tos, no podía hablar", explica Ibánez.
Al ver la reacción alérgica, decidieron trasladarse hasta un centro asistencial a través de la aplicación de trasporte, Uber: "Arriba del Uber mi marido le dijo al chofer que había dado un ataque de asma. Pero luego escucho la voz del chofer que le dice que así no son los ataques de asma, que su hijo tiene asma y que nunca se ponía como yo. Dijo que lo mío era más grave. En eso perdí el conocimiento".
"Si hubieses llegado diez minutos más tarde, te mueres tú y tu hijo"
Tras perder dos veces el conocimiento, Ibáñez cuenta que despertó en la sala de urgencia. "Le alcanzo a decir a mi marido que les diga a los doctores que tengo 14 semanas de embarazo. Me suben a la camilla. Alguien grita ¡Adrenalina tráiganme adrenalina! Luego escucho otro grito: ¡Preparen el pabellón para un paro! De nuevo me voy a negro".
Tras recuperarse, el doctor le explicó que "nunca tuve un ataque de asma sino un shock anafiláctico, un cuadro alérgico mortal provocado por la caspa del conejo. 'Si hubieses llegado diez minutos más tarde, te mueres tú y tu hijo', me dijo. Me acordé del chofer Uber. No le pude dar ni las gracias".
Campaña para encontrar al conductor
La mujer inició una campaña, a través de Facebook, para agradecer al conductor de Uber que la ayudó, iniciativa con la que logró ubicar a Miguel Ángel Martínez.
"Ese día venía de dejar a mi hijo de un cumpleaños y encendí la aplicación a unas cuadras de distancia. En menos de un minuto apareció la solicitud de Alejandra. Estaba a cien metros de distancia. Eso nunca ocurre", contó el conductor.
Además, Martínez cuenta que al notar la gravedad de la situación "aceleré y empecé a abrirme paso a bocinazos. Nunca vi el velocímetro, pero me fui muy, pero muy rápido. Muchos me dieron la pasada porque se dieron cuenta que era una emergencia, pero no faltó el que pensó que yo estaba mintiendo. Me demoré diez minutos en llegar".