Jaime Concha, médico y una de las víctimas de las decenas de casos de pederastia develados en los últimos años en Chile, se manifestó con respecto a la reciente expulsión de Cristián Pretch por parte del Vaticano.
El denunciante de la Congregación de los hermanos Maristas, interpuso una querella criminal a principios de marzo de 2018, donde se mencionó al ex integrante de la Vicaría de la Solidaridad.
“Yo no me siento feliz por lo que le ha pasado a Cristián Precht, creo que es una enorme tragedia, pero se tiene que conocer la verdad, la gente tiene que saber quién era él realmente”, expresó en conversación con La Tercera.
Concha reconoce la labor del ex sacerdote durante la dictadura, pero a juicio del médico familiar a las personas "hay que juzgarlas por su trayectoria, por su coherencia".
“Es un nombre que duele, claramente no se trata de cualquier cura. Yo sé lo que hizo en la dictadura, lo que ayudó, pero a las personas hay que juzgarlas por su trayectoria, por su coherencia. Y a él, por su estatura, hay que exigirle incluso más. Pero mientras defendía a víctimas de la dictadura, paralelamente a nosotros nos violaba en nuestros derechos humanos más básicos como niños”, reveló.
El episodio de abuso sexual ocurrió en un gimnasio del Instituto de Alonso de Ercilla, donde el sacerdote Precht junto a Miguel Ortega esperaban a Jaime y Jorge Franco para que los menores les entregaran un "testimonio de fe" que no sucedió.
"Precht me abusó sexualmente. Todo eso está declarado ante la Comisión Scicluna y ante la fiscalía. Y no son los únicos casos", manifestó.
"Hay otras denuncias fuera del caso marista que también sé que le llegaron al Papa. Por eso se determinó su expulsión inmediata. Fueron conductas repetidas, en el instituto nos pedían que fuéramos a retiros de fin de semana con Ortega y Precht. El me fracturó la vida (...)", expresó y agregó que "yo sabía que si contaba que el Vicario de la Solidaridad me atacaba sexualmente, Pinochet lo habría usado a él y a mí, Precht habría terminado fusilado, preso, se habría acabado la Vicaría. Nosotros sentíamos el peso de todo eso. Él era un depredador sexual y yo tuve que quedarme callado todo este tiempo, como muchos otros", sentenció.