Autorentas del Pacífico, que se define como el mayor rent a car de Chile y que opera bajo el nombre de Mitta, reveló una millonaria estafa que involucró la entrega de 18 vehículos, hasta hoy inubicables. El GPS de cada uno de ellos fue desactivado.
De acuerdo con la querella criminal que presentó la compañía, a la que tuvo acceso Diario Financiero, un sujeto creó una cuenta de correo electrónico similar a la de uno de sus clientes de hace 20 años. De esta forma, el individuo logró concretar el engaño, por un valor estimado de los autos entregados que supera los 234 millones de pesos.
Sobre la estafa, de acuerdo con la publicación del DF, la empresa fue contactada el 9 de noviembre pasado vía telefónica por quien supuestamente trabajaba en la Constructora Gardilcic, con la cual mantenía hasta ese entonces una línea de crédito por el arriendo de vehículos.
En la conversación el supuesto empleado de la constructora solicitó cuatro camionetas, dejando por escrito la solicitud mediante un correo electrónico. En dicho mail, para efectos de facturación, presentó el rut de Gardilcic.
“Dicha solicitud no causó sorpresa por cuanto Gardilcic es un cliente de varios años”, explicó el querellante, según DF. Es por esto que la solicitud fue aprobada y tres vehículos fueron entregados en la sucursal de Concepción de la empresa de rent a car por un tercero que se presentó con su cédula de identidad.
Cuatro días más tarde, el 13 de noviembre, el mismo supuesto trabajador de la constructora se comunicó nuevamente con Autorentas del Pacífico y solicitó esta vez cuatro nuevos vehículos, que también fueron entregados.
Luego, el 16 de noviembre, solicitó el arriendo de tres vehículos más. Repitió el proceso el 29 del mismo mes, y el 4, 5 y 6 de diciembre. Se entregaron ocho autos adicionales luego de aumentarse sucesivamente la línea de crédito para Gardilcic y todos fueron retirados en distintas sucursales del rent a car por personas que entregaban su número de cédula de identidad.
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El fraude quedó al descubierto al momento de cobrar. Facturada la deuda, un ejecutivo de Autorentas del Pacífico, distinto a la funcionaria que autorizó todos los arriendos previos, fue informado por Gardilcic que no había respaldo de dichas solicitudes. Si bien existe un trabajador con el nombre de quien pidió los vehículos, éste no tiene facultad para eso ni tampoco corresponden los datos de contacto.
Efectivamente, la parte querellante se percató de que el correo utilizado por el supuesto empleado de Gardilcic no coincide con la casilla real de la empresa. Un caso de suplantación con el objetivo de engañar para obtener la entrega de los 18 autos.
