-"¿Se la pitió, cierto?"
-"Que el Matu parece que le pegó con una, le pegó a alguien"
Este fue uno de los diálogos de los funcionarios de la unidad de la 14º Comisaría de Carabineros tras retirarse de la calle Portales donde el pasado 26 de noviembre Fabiola Campillai recibió un disparo de una bomba lacrimógena que la dejó ciega de por vida. Eran las 20:33 y la mujer de 36 años se dirigía junto a su hermana rumbo a su trabajo.
Aunque ese día se registraron manifestaciones en el marco del estallido social de 2019, a las 20:25 horas el escenario era el siguiente:
Ocho minutos después, se emite el disparo que provoca graves lesiones a Fabiola Campillai.
¿Que pasó durante esos minutos y por qué se disparó esa lacrimógena?
Este fue uno de los aspectos abordados durante la audiencia de formalización del ex oficial de Carabineros Patricio Maturana Ojeda, por su presunto rol en los apremios ilegítimos que dejaron ciega a Campillai y por lo cual se pidió la medida cautelar de prisión preventiva.
Para el Ministerio Público el ex funcionario habría actuado "abusando de su cargo y con el propósito de proferir dolor". Esto pues no había "ninguna amenaza" para el personal policial, ya que las protestas ya se habían terminado y el uso de estas municiones -al menos en los protocolos- están reservados para casos donde no sea posible mantener el orden público.
"No vemos barricadas, no vemos humo, no vemos personas arrojando objetos contundentes. Vemos gente en la calle", enfatizó la fiscal Paola Zárate. "Todo bien", asegura uno de los funcionarios en la radio policial, en momentos que ya se había restablecido el funcionamiento del metrotren y solo se escuchaban gritos en contra de los uniformados.
Pero este no fue el único protocolo que se habría pasado a llevar ese día, aseguró.
Según el ministerio público, Maturana disparó "de frente, en forma recta, dirigiéndolo directamente a las personas en el lugar, en un ángulo inferior a 10º, sin realizar parábola alguna, impactando de frente el rostro de Fabiola Campillai, que se encontraba a 51 metros de distancia".
Disparos que, de no haber mediado ayuda, "pudieron causarle la muerte" a Campillai, quien además de perder ambos globos oculares resultó con daños en su sentido del olfato y una fractura en su rostro.
Los antecedentes revelados por la fiscalía fueron obtenidos a partir de un cruce de las imágenes de las cámaras GoPro que portaban los funcionarios ese día en la calle Portales.
A esto se suma un peritaje de la Universidad de Chile que señala que los "proyectiles analizados tienen la aptitud de producir la rotura de glóbulo ocular y fracturas".
Las imágenes del operativo
Este es el registro de lo ocurrido desde las 20:20 horas, donde no se efectúa ningún llamado a través de un alto parlante, ni tampoco ninguno de los funcionarios se acerca a conversar con la población, como establecen los protocolos frente a desórdenes públicos.
A las 20:21 se escuchan gritos contra los funcionarios. Y existen imagenes que dan cuenta de dos piedrazos en su contra.
A las 20:23 los funcionarios se repliegan
A las 20:24 pasa un automóvil
A las 20:31 ocurre esto
Es ahí donde los funcionarios señalan a Maturana que deje constancia que ocupó la 37. Esto es, la pistola de 37 mm con que se lanzan gases lacrimógenos.
Luego, cuando los funcionarios se retiran del lugar, se escucha decir a Fernández: "¿Se la pitió, cierto?"
Y luego, se señala: "Que el Matu parece que le pegó con una, le pegó".
La audiencia -que se realizó vía zoom- ocurrió luego que anoche, personal de la Brigada de Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones (PDI) detuviera al ex funcionario, quien a mediados de agosto fue dado de baja de la institución.
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Entre los antecedentes que permiten presumir la responsabilidad de Maturana se encuentra el registro de una cámara GoPro de uno de sus compañeros y que muestra el momento en que el ex funcionario dispara la bombo lacrimógena que impacta el rostro de Campillai mientras esperaba el transporte para ir a su trabajo. En el registro se puede escuchar la conversación entre el capitán Jaime Fernández y otros funcionarios: “¿Se la pitió, verdad? El Matu parece que le pegó...”
La condena de Maturana Ojeda se suma a la prisión preventiva dictada contra el ex teniente coronel Claudio Crespo por su presunta responsabilidad en las lesiones que dejaron ciego al estudiante Gustavo Gatica durante las protestas que se registraron en 2019.
En esa oportunidad se determinó que Crespo había actuado contra los protocolos institucionales, mientras que el Ministerio Público acusó una "intención de castigar" por parte del ex funcionario.
