El menor de 13 años que murió la madrugada de este jueves y se convirtió en el primer paciente menor de edad con COVID-19 en perder la vida, fue contagiado por una visita que recibió, quien había dado positivo por coronavirus, según confirmaron desde el Hospital Luis Calvo Mackenna.
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El director del centro asistencial pediátrico Jorge Lastra aseguró que el menor se contagió hace aproximadamente dos semanas y durante los últimos días requirió ventilador mecánico, antes de fallecer.
“Él recibió un trasplante de médula el 20 de enero de este año. Lo realizamos en buenas condiciones. Desde esa fecha hasta la actualidad, el niño se mantuvo en el hospital, hizo una evolución tórpida. Se complicó con una enfermedad muy severa", explicó.
"Posteriormente tuvo compromiso renal y hace aproximadamente dos semanas evaluamos en él la condición de un cuadro de COVID-19 porque descubrimos que una visita que había recibido estaba positivo", agregó.
"Decidimos trasladarlo a la UTI, donde se mantuvo hasta el miércoles. El niño requirió de ventilación mecánica, lo asistimos, pero ayer finalmente falleció", contó el doctor Lastra.
El director del hospital también explicó que el niño tenía restringidas las visitas en un inicio, pero estas se fueron flexibilizando con el tiempo, para no dejarlo solo durante su tratamiento.
"Restringimos las visitas, pero son niños que pasan meses acá, entonces restringir definitivamente las visitas también es muy traumático. Hicimos las evaluaciones para permitir los ingresos. Ustedes entenderá que una madre que abandona por mucho tiempo a su hijo, sufre y nosotros estamos convencidos que los niños también necesitan cariño", enfatizó.
El menor tenía una enfermedad de carácter genético, similar a un linfoma, lo que le provocaba distintos trastornos en el cuerpo, y eso fue lo que obligó al trasplante de médula.