Avión FACh siniestrado: Por qué no es recomendable usar buzos para las labores de rescate
Este jueves desde la FACh, en voz de su comandante en jefe, general Arturo Merino Núñez, se informó que es "prácticamente imposible que existan sobrevivientes" en el accidente que afectó a la aeronave Hércules C-130.
Avión con el cual se perdió contacto en el Paso de Drake, una zona compleja en cuanto a lo climático, ya que la temperatura del mar oscila entre los 0ºC y los -25ºC durante el año. El Paso Drake, también llamado Mar de Drake, es la región marítima que divide a la Antártica de la zona más austral de Sudamérica y también es el epicentro de la búsqueda del avión chileno Hércules C-130 con 38 personas.
Fuertes vientos, poca visibilidad y las fuertes corrientes son algunas de las características del área marítima de alrededor de 800 kilómetros donde los océanos Pacífico y Atlántico se encuentran, haciendo compleja la labor de rescate que llevan a cabo el personal de la Armada de Chile y las Fuerzas Armadas que colaboran en la operación.
"Cualquier actividad de buceo es imposible"
Con respecto a los trabajos en alta mar, especialistas descartan de plano utilizar buzos de búsqueda para dar con el paradero de los restos humanos, como también partes de la aeronave siniestrada.
En conversación con T13.cl, Daniel Malfanti, buzo táctico (r) de la Armada de Chile, e instructor de buceo técnico, indicó que en la zona del accidente hay "condiciones extremadamente adversas, con olas entre seis a doce metros de altura", por lo que enviar un equipo de buceo de búsqueda sería muy riesgoso para el personal.
A eso se suma que la profundidad de 3 mil metros hace inviable que el trabajo de un buzo pueda ser un real aporte para la búsqueda y rescate.
La Armada tiene personal capacitado e instrumentos sólo para descender a 100 metros de profundidad, "por lo tanto, pensar en posibilidades de buceo no sirve para nada, no hay capacidad para que un buceador baje", complementa el instructor, ya que no se llegaría a un lugar para realizar una exploración que de resultados.
Ante esto el ex uniformado, quien navegó y prestó servicios de rescate en la Antártica como marino activo, sostuvo que "sus condiciones medioabimentales de corriente y vientos, hacen que cualquier actividad de buceo sea imposible, y en el peor de los casos no sirve, porque vas a bajar 200 metros, y la profundidad son 3 mil. Lo tienes que descartar".
En la misma línea, el especialista es enfático: al lanzar un buzo al agua hay un 70% de probabilidades de que se pierda, ya que las condiciones ambientales son muy cambiantes y de pasar a un mar calmo, puedes pasar a tener olas de 4 a 6 metros "y ahí al buzo lo pierdes".
"Para llegar al fondo marino se puede bajar con un robot", añade el especialista, indicando que se podría realizar un trabajo con estos aparatos previo a que se encuentren los restos de la aeronave.
Sin embargo, se trata de un equipamiento robótico que no está disponible en Chile y "son escazos en el mundo", dice Malfanti, por lo que se debe confiar y trabajar bajo el alero del sonar con el que está equipado el buque Cabo de Hornos que tiene la autoridad marítima trabajando en la búsqueda de los restos.
Imagen buzos chilenos a 100 metros de profundidad
¿A cuánta profundidad realizan el buceo los civiles?
En cuanto al buceo para civiles, Alejandro Soza, instructor de buceo técnico en ODC Buceo, detalla que para aquellos sin experiencia existe una norma de una profundidad máxima de 12 metros y 100% asistido, con un instructor a no más de 1 brazo de distancia.
Mientras que para los buzos certificados las profundidades "tienen que ver con su nivel de entrenamiento, van desde los 18 metros, hasta los 40 metros con especialidad en buceo profundo", ya que quienes no tengan esta certificación, sólo pueden llegar hasta los 30 metros.
Los riesgos de salud en el ascenso
Soza además detalla los riesgos que existen si no se realiza un ascenso con todas las normas de seguridad.
"Tenemos una cantidad de gas en nuestro organismo, el que está diluido y que necesitamos sacar antes de salir a la superficie. La única manera de hacerlo es mediante la respiración, por eso la lógica tiene que ver con que la persona tenga que respirar más que los metros que asciende, para darle tiempo al organismo que elimine mi saturación", precisa.
Si no se realiza la salida de maner adecuada, "el riesgo de enfermedades compresivas o un barotrauma se abre automáticamente. Un buzo es una botella de gaseosa agitada", ejemplifica Soza.