El canciller chileno Heraldo Muñoz fue entrevistado por el diario boliviano El Deber, instancia en la que destacó que hace dos años se reunió con el entonces canciller boliviano David Choquehuanca, para proponer una agenda bilateral de doce puntos, excluyendo la demanda ante La Haya.
En la entrevista, Muñoz destacó que "se retomó una instancia técnica que nunca debió haber dejado de funcionar, porque aborda temas que benefician a los ciudadanos de Chile y Bolivia", arguyendo que "Chile deseaba que se realizara este Comité de Fronteras desde hace tiempo".
El Secretario de Estado explicó, además, que en 2015 se reunió con el entonces canciller David Choquehuanca, donde presentó una agenda bilateral de 12 puntos (dado que Bolivia había llevado el tema marítimo a La Haya) y no hubo disposición a ese diálogo, argumentando que "Bolivia quería demandarnos y, paralelamente, hablar de su aspiración marítima". Además, Muñoz destacó que "la voluntad de diálogo ha sido permanente por parte de Chile. Y hoy es el Gobierno de Bolivia el que tiene la oportunidad de terminar con las descalificaciones y permitir un mejor clima".
Asimismo, el canciller chileno sostuvo que puede resultar "un poco obvio" que algunos procuradores bolivianos quieran vincular la reactivación del Comité de Fronteras con alguna negociación sobre un acceso soberano al mar, argumentando que "esa vinculación no existe. El tema marítimo fue judicializado por Bolivia. Los asuntos que están en La Haya seguirán en La Haya".
En la instancia, además, aclaró que "después del incidente de los dos carabineros, el presidente Morales habló de concordar algún protocolo sobre estos incidentes fronterizos", lo que permitió que se reiterara la proposición de convocar al llamado de Comité de Fronteras.
El secretario de Estado también señaló que es posible gestionar una reunión entre ambos presidentes en Santiago, arguyendo que "cualquier visita debe ser el resultado de un clima de respeto y, más importante aún, de contenidos sustantivos".
En tanto, el ministro de Relaciones Exteriores destacó que "ambos países proyectamos la marcha blanca, una simulación de cómo podría llevarse el trabajo integrado de control. Fijamos fechas y lo haremos ya desde la próxima semana", refiriéndose al estancamiento de la ruta de 21 kilómetros en Chungará-Tambo Quemado, donde explicó que se planteó la posibilidad de "implementar la tarjeta vecinal fronteriza", un documento extendido por las autoridades migratorias de ambos países que "otorga el permiso de residir, estudiar o trabajar con seguridad a personas que viven cerca de la frontera. Esa tarjeta permitirá no estar bajo el control regular, facilitará estos procesos", destacó.
Finalmente se refirió a la labor después del reencuentro entre ambos países, donde precisó que "Bolivia mostró cuál es la vía para hacerlo correctamente: lo resolvimos por la vía diplomática", luego de los dos incidentes fronterizos, argumentando que "estos dos casos muestran de que hay una necesidad urgente de estos protocolos", manifestó.