Halloween: ¿Cómo evitar que los niños consuman azúcar en exceso durante la festividad?
“Halloween” o “Noche de brujas” es una celebración de origen estadounidense que en los últimos años se ha popularizado bastante en nuestro país.
Y es que según el antropólogo de la Universidad Católica, Pedro Mege, fue una “celebración novedosa para los niños, que no tenían la costumbre de recibir tanta azúcar en tan poco tiempo y que rompía un poco con las costumbres de la época”.
Sin embargo, se trata de una celebración que puede representar riesgos, debido a que el 31 de octubre los menores consumen grandes cantidades de azúcar. ¿Cómo evitar complicaciones para la salud?
T13 consultó a expertos sobre los problemas que se pueden generar durante esta festividad y cuáles serían las mejores recomendaciones para cuidar de los más pequeños.
De acuerdo Daniela de Gómez, de Punto de Nutrición, este alto consumo de dulces puede generar “hiperactividad en los niños, porque tener esa glucosa en la sangre es como tener más y más bencina en nuestro cuerpo”.
Pero no es solo eso. El alto consumo de dulces durante la jornada puede traer diversos problemas para los pequeños, como por ejemplo, daños en la salud dental y la producción de caries por el alto consumo de azúcar. Además, se pueden generar diarreas o dolores estomacales.
¿Que se recomienda?
La nutrióloga Karin Papaprieto recomienda a los padres “no exagerar con la cantidad de dulces entregados. Es una fiesta y no una competencia entre padres para mostrar que niño ganó más dulces. Enfocar la festividad en los disfraces y las historias es una solución más sana para el problema”
Además la experta señala que en caso de los más pequeños que no tienen tanto control sobre sus estímulos e instintos, se le recomienda a los padres fraccionar la cantidad de dulces, esperando que puedan durar por más tiempo. Un consejo que también se puede replicar en otra fiestas, como la Pascua de Resurrección.
También se recomienda que los niños cepillen muy bien sus dientes, porque varios tipos de golosinas suelen hospedarse en sus molares, generando rápidamente la presencia de caries e infecciones bucales.
Finalmente, también puede ser útil mantener a los niños hidratados con agua, ya que fomenta el cuidado del sistema digestivo y previene las infecciones derivadas del alto consumo de dulces.