Chile se enfrenta a una severa crisis hídrica, exacerbada por una sequía que supera los 14 años y una notable reducción de hasta el 40% en las precipitaciones en determinadas cuencas. Esta situación ha llevado a una disminución crítica en la disponibilidad de recursos hídricos continentales, incluyendo ríos, lagos, y acuíferos. En respuesta a este desafío, agravado por el cambio climático y el incremento en la demanda de agua debido al crecimiento poblacional y económico, Chile ha orientado su estrategia hacia la adopción de fuentes no convencionales de agua.
En esta ruta aparece la planta desalinizadora de Aguas Pacífico, con una inversión de US$ 1.000 millones, es la principal obra de infraestructura en construcción en la región de Valparaíso.
Agua desalinizada en zona de sequía
El proyecto aportará al ecosistema de agua de la región de Valparaíso y Metropolitana. Se trata de una solución concreta y sostenible de adaptación al cambio climático versus muchas de las soluciones actuales que se están implementando para enfrentar la sequía que tienen efectos ambientales y económicos (camiones aljibes y profundización de pozos).
Esta planta, además, es la primera multipropósito y multiusuario de la región, es decir, abastece a diversas industrias y consumo humano (a través de Sistemas Sanitarios Rurales).
Avance en la construcción
A un año del inicio de la construcción, lleva un 40% de avance y ha generado 1.200 puestos de trabajo, siendo una fuente de empleo y dinamismo para la región (30% mano de obra local).
Precisamente este tema fue conversación de Iván Valenzuela en "Hablemos a las 12" de T13 en Vivo.