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Glenn Hernández, médico intensivista: "Nunca vi una enfermedad tan traicionera como el COVID-19"

Glenn Hernández, médico intensivista: "Nunca vi una enfermedad tan traicionera como el COVID-19"
T13
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El profesional conversó con Mesa Central y criticó la indolencia de quienes no se cuidan los suficiente, recalcando que hay personal de salud que está haciendo doble y triple turno. También detalló de cómo la variante brasileña pareciera generar casos graves del COVID-19 en jóvenes.
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El médico intensivista, Glenn Hernández, conversó con Mesa Central de Canal 13 sobre la delicada situación que vive el sistema sanitaria chileno por la segunda ola del COVID-19, que ha hecho que incluso en dos días se hayan registrado más de 8 mil casos diarios y que el total de contagiados ya haya superado el millón de personas.

El profesional explicó que la primera ola se enfrentó con mucha épica a pesar del agobio que se vivió en un momento. Sin embargo, precisó que en esta ocasión se encontraron con una "crisis más grave que la anterior" pero que ahora sienten "abandonados"

"El Ministerio (de Salud) ha tenido que tomar medidas muy duras como pedirnos que no solamente nos expandamos al 100% las camas que tuvimos en invierno, sino que 130% más y eso con un 25% menos de personal", precisó.

El profesional también esbozó una crítica a las personas que no respetan la cuarentena, recalcando que no entendía ese "egoísmo" y que hay profesionales que están haciendo doble y triple turno en los centros de salud: "Vemos la indolencia de mucha gente que podría cuidarse más", precisó.

También habló de los difíciles momentos que tienen al explicar los que suceden a los pacientes que están muy graves, porque muchas veces antes de intubarlos, ellos están lúcidos: "Le decimos al paciente que tenemos que intubarlo (...) '¿Dr. voy a salir de esto?' Decimos que haremos todo lo posible (...) Nos piden un celular y se despiden de la familia. Esos momentos son muy fuerte", sostuvo.

El gran problema del COVID-19: Su inestabilidad

Hernández también explicó el gran problema que tiene el nuevo coronavirus respecto a otras enfermedades, que es la inestabilidad que presenta: "Es una enfermedad extraordinariamente inestable. Tengo más de 25 años de carrera, he sido profesor de gran parte de los incentivistas que manejan las UCI de Chile, y nunca vi en mi vida una enfermedad más traicionera", explicó.

"Tú estás con un paciente, lo estás despertando, lo quieres sacar del respirador y el paciente sonríe, te obedece órdenes. Te das vuelta para ver a otros pacientes pero de la nada, de la nada, se va al infierno, se va a saturar al 100%, unos deterioros dramáticos, inesperados, absolutamente impredecibles", agregó el médico.

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El impredecible comportamiento de la enfermedad también genera un grave problema en el trabajo de los funcionarios de salud cuando los pacientes despierta y sufre una especie de delirio, que las pasas a todos los que están saliendo del coma, pero que en el caso de los COVID-19 es mucho peor:

"Uno se tiene que vestir, equipos de protección persona. Uno se mete, está diez minutos luchando con el ventilador, la sedación y todo. Después sales, te lavas y empiezan a pitear las alarmas de nuevo. Hay que entrar de nuevo, así nos llevamos, parecemos monos porfiados todo el día", explicó.

Las variantes y los jóvenes

El profesional detalló además el comportamiento que tienen las nuevas variantes de la enfermedad, principalmente la brasileña, que es la que más ha visto, sería más contagiosa y que parece afectar gravemente a las personas jóvenes.

"Es una variante mucha más contagiosa que nos da la impresión hasta el momento, todavía tenemos poca experiencia, que produce cuadros más fulminantes en gente más joven. Se agravan dramáticamente, caen al ventilador y están muy mal", sostuvo.

Con respecto a su diagnóstico, Hernández recalcó que suele mejor que los pacientes mayores o con morbilidades, pero que pasan mucho más tiempo siendo atendidos: "Probablemente sobreviven más que los pacientes que vimos en el invierno, pero igual demandan una gran carga de trabajo. Una paciente COVID promedio, experiencia invierno, tres semana en ventilador en cambio un paciente crítico normal COVID, son apenas diez días promedio", sentenció.