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Estudio Sernac: Familias de zonas rurales no consideran espacios de esparcimiento como necesidad

Estudio Sernac: Familias de zonas rurales no consideran espacios de esparcimiento como necesidad
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No sólo no es priorizada, sino que además, las familias señalan que no existe la opción de satisfacer esta necesidad.

Desde la Fundación para la Superación de la Pobreza (FUSUPO), el Instituto Chileno de Estudios Municipales (ICHEM) de la Universidad Autónoma y el Servicio Nacional del Comsumidor (SERNAC) lanzaron el libro titulado “Prácticas de Consumo y Niveles de Endeudamiento en Familias Vulnerables de la Zona Rural de la Región Metropolitana”.

Se trata de una investigación a través de la cual se indagó respecto de las prácticas de familias en cuatro comunas de la capital, dos de ellas consideradas altamente rurales, como es el caso de Alhué y San Pedro, junto a dos medianamente rurales, como Calera de Tango y el Monte.

En ella, se revela –entre otros puntos- que la recreación y esparcimiento son necesidades “no consideradas por estas familias”. Pero, no solo no son priorizadas sino que a su vez las familias señalan que no existe la opción de satisfacer esta necesidad: “No hay oferta dentro de las comunas y tampoco se movilizan a otras para conseguirlo”, aclara el informe.

Una conclusión del reporte, añade que en la actualidad los territorios espacios rurales tienen múltiples usos y el espacio reservado exclusivamente para la agricultura ha sido modificado para que se desarrollen actividades de esparcimiento o vivienda en el paisaje rural.

“A su vez, la expansión urbana ha generado que estos paisajes disminuyan en superficie y cada día sean más visibles espacios peri urbanos, donde los límites de los centros urbanos aparecen difusos y las trasformaciones y prácticas espaciales en el paisaje rural sufren cambios importantes”, aseguran.

En este escenario, las problemáticas de gestión del agua, agricultura industrializada, monocultivo, auge de los productos orgánicos, contaminación, cambio climático, entre otras, han reconfigurado lo que se entiende por rural y llama a reflexión sobre el devenir de estos territorios y los habitantes que lo componen: “Son ellos quienes se ven y verán enfrentados a desafíos importantes, puesto que las políticas públicas en la materia son escasas en nuestro país, el cual tiende a otorgarle relevancia exclusivamente al espacio urbano. La creciente urbanización tiende a reforzar estas ideas”, advierte el estudio.

Se constata la necesidad de una mayor regulación y presencia del Estado en los contextos en que se combinan los elementos de ruralidad, pobreza y consumo”, consideran los expertos.

Sobre educación y salud pública

Los resultados aclaran que la enseñanza básica se cursa al interior de la comuna y la enseñanza media, debido a una insatisfacción asociada a la calidad, las familias prefieren que sus hijos e hijas estudien fuera de sus lugares de residencia.

Por su parte, en la educación privada se identifica una amplia cobertura y excelente calidad”, añade el informe.

En términos de cobertura sanitaria, si bien existen recintos de atención primaria en todas las comunas, se observa un alto descontento con respecto a la calidad de las prestaciones que se entregan desde los Centros de Salud Familiar (Cesfm o consultorios), por lo que esta necesidad no se considera "correctamente satisfecha", si se recurre únicamente a la estructura de oportunidades presente en la comuna.

En este ámbito se repiten los “patrones de movilidad”, en cuanto a que las familias deben trasladarse a otras comunas para acceder a especialidades y medicamentos.

En relación a las farmacias que se localizan al interior de las comunas, en el caso de que existan, estas son escasas, con exigua variedad y con precios muy elevados, por lo que los habitantes también prefieren acceder a remedios fuera de su comuna.

En materia de conectividad

En las comunas altamente rurales se observa que el tránsito hacia y desde ellas es complicado, por el valor de los pasajes y la poca frecuencia de los servicios. Esta situación se complejiza aún más cuando el servicio público de locomoción colectiva no existe al interior de las comunas, encareciendo el costo y dificultando el traslado interno a los habitantes.

Se suma como antecedente, que entre las familias que viven en situación de pobreza no existe la posibilidad de acceder al transporte privado – como taxis y furgones-, presentándose situaciones en que los niños deben caminar varios kilómetros para ir al colegio: “algo que disminuye el rendimiento educativo y el nivel de bienestar de los habitantes en general”, concluye el informe.

El vestuario, por ejemplo, es un ámbito que no es priorizado. No hay oferta dentro de la comuna y se acude a otros lugares sólo cuando es estrictamente necesario, es decir, cuando los hijos o hijas necesitan algo.

Sobre el endeudamiento

Según la investigación, las familias en general prefieren los mecanismos informales como los préstamos de familiares y amigos, y el “fiado”, siendo apoyos recurrentes los basados en la confianza.

Esto responde a las redes y, por lo tanto, al capital social que se forma entre los habitantes de las zonas rurales”, recalca el documento.

Se agrega, que el acceso a créditos está cada vez más presente en estas familias, a través de cajas de compensación, tiendas comerciales, préstamos de amigos y familiares y, en muy menor medida, a través de bancos. “En este sentido, las comunas medianamente rurales tienen un mayor acceso, dada la relación entre los supermercados existentes en estas comunas y sus fusiones con grandes cadenas de retail”, informan.

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