Con fuertes críticas al proyecto de reforma a la educación superior, los estudiantes de la Confech y la ACES iniciaron una marcha no autorizada por el centro de Santiago.
Pocos minutos después de iniciada la movilización, se registraron algunos incidentes en las afueras de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile.
Antes de la marcha, el vocero de la Confech, Gabriel Iturra, manifestó que "el ingreso de este proyecto viene a condenar a miles de familias, y eso no lo vamos a aceptar".
El dirigente emplazó al gobierno a "que se haga responsable de la reforma que ingresaron. Es la reforma del mercado, es una reforma que va a condenar no solo a nosotros, sino que a nuestros hijos a endeudarse".
Es por ello que explicó que "se mantiene la movilización y el llamado a salir a la calles. Nosotros rechazamos el ingreso de este proyecto de ley".
Más duro fue el dirigente de la ACES, Diego Arraño, quien recordó que han pasado "siete días de que le dimos el ultimátum a la ministra Delpiano, es por eso que exigimos la renuncia de la ministra Delpíano".
"Es una ministra que no entendió las demandas del movimiento estudiantil, lo único que han hecho ha sido consensuar con los empresarios. La reforma a la educación superior es la gota que rebalsó el vaso", manifestó.
Consultado sobre el emplazamiento de la ACES, el dirigente de la Confech planteó que "sin duda que la ministra tiene responsabilidad", pero explicó que cualquier llamado sobre una eventual petición de renuncia se analizará este fin de semana en el plenario de la Confech.
Una de las críticas de los estudiantes apunta a la fórmula escogida por el gobierno para condicionar el avance de la gratuidad de acuerdo a indicadores económicos. "La Presidenta está diciendo que se va a demorar 23 años en financiar la gratuidad de la educación, eso no es aceptable", reclamó Iturra.
La fórmula, en todo caso, no sólo genera reparos en el mundo estudiantil, sino que incluso en parlamentarios de la Nueva Mayoría.
Por otro lado, economistas consultados por T13 advierten que sería extremadamente complejo llegar al 100% de los estudiantes, para lo cual se requiere que los ingresos estructurales lleguen al 29,5% del PIB.
Es que según los expertos para alcanzar dicha meta se requerirían dos reformas tributarias como la actual para alcanzar los 6 puntos del PIB que se necesitan par alcanzar la universalidad.