En mayo de 2017, el Ministerio de Educación presentó una serie de recomendaciones dirigidas a las instituciones universitarias que quisieran implementar baños mixtos dentro de sus establecimientos como una medida para el apoyo de la inclusión sin distinción de género.
Sin embargo, muchos se cuestionan si es posible efectuar esta medida, considerando los efectos que podrían producir dentro de la comunidad estudiantil, funcionarios y académicos.
Ante esto, Caterine Galaz, académica de Trabajo Social de la Universidad de Chile y experta en temas de inclusión, aclaró en LUN que “lo que provocan estas medidas es que el baño público vuelva a ser público y de uso libre. Se avanza también en desnaturalizar los baños sexualizados”.
“Esto apoya un cambio cultural para la sociedad, pero paralelamente es necesario que haya un sistema de difusión de uso adecuado para que los baños estén en buen estado cuando quieran ser ocupados”, agrega.
Durante el 2018, esta medida ha sido adoptada por la Universidad de Chile, Universidad Diego Portales, Pontificia Universidad Católica de Chile (sede Huechuraba) y Universidad de Las Américas (en todos sus campus).