Un procedimiento de rutina en el Aeropuerto de Santiago permitió dar con Estrella Dinamarca Sánchez, a quien la Fiscalía acusa de liderar el Caso Relojes, donde también se investiga a “Parived”.
Tras arribar al país en un vuelo desde Los Angeles, Estados Unidos, funcionarios de Aduanas revisaron las pertenencias de la mujer, quien viajaba junto a su familia. En la inspección les encontraron joyas a ella y a sus familiares en los lugares más recónditos: dentro de los calcetines, en el fondo de las maletas, en los bolsillos, en los zapatos, etc.
Eduardo Baeza, jefe de la Fiscalía de Pudahuel, narró en la audiencia de formalización de 14 personas acusadas de internar ilegalmente al país joyas y relojes de alto valor, para luego comercializarlas en el mercado negro, la insólita explicación que entregó la mujer.
“Dijo que ella se dedicaba al negocio de las joyas y que le han robado tantas veces, que cuando viaja al extranjero se lleva todas las joyas de valor por miedo a que se las roben en Santiago en su ausencia”, fue la versión que entregó Dinamarca.
Los cargos que enfrentan estas 14 personas formalizadas son receptación, contrabando, lavado de activos y asociación ilícita, porque, a juicio de la Fiscalía, se trata de una organización jerarquizada y piramidal en cuya cúspide se encuentra precisamente la mujer de las joyas en los calcetines.
Según fragmentos que publicó Las Últimas Noticias este jueves, el fiscal Baeza se basó en la declaración de testigos protegidos, principalmente lanzas internacionales chilenos, interceptaciones telefónicas y mensajes de WhatsApp, para sostener que Dinamarca “les compraba joyas en el extranjero a lanzas internacionales chilenos” y las ingresaba al país “trayéndoselas puestas, tanto ella como sus familiares”, para luego venderlas en Chile.
El fiscal afirma que Dinamarca es bastante famosa dentro del mercado negro de las joyas, porque como declaró uno de los testigos protegidos, “era la que mejor pagaba. Pagaba hasta un tercio del valor de las joyas”. Y no sólo compraba ella, detalla el mismo testigo, sino que también sus familiares.
Otro relato de Baeza, también de un lanza internacional que actuó como testigo protegido, dice que en una oportunidad la mujer “viajó a Inglaterra y compró 70 millones de pesos en diamantes. Pagó en efectivo”.
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El representante del Ministerio Público sostiene que con las joyas en territorio nacional, Dinamarca procedía a venderlas con ayuda de su brazo derecho: Jame Quiroz, actualmente prófugo.
Dinamarca fue una de las tres imputadas que quedaron en prisión preventiva. Otro que deberá esperar el juicio tras las rejas es Luis Vásquez, hijo del dueño del restaurante Donde Augusto, acusado de estar involucrado en la compra de dos relojes adquiridos en Estados Unidos con una tarjeta de crédito robada.
La tercera persona es una mujer llamada Tiare Carrasco, quien, según el fiscal, estaría relacionada con familias dedicadas al robo de joyas en el extranjero.
Los otros once imputados fueron puestos en libertad y con medidas cautelares, como arraigo nacional y firma mensual, principalmente por tener todos ellos irreprochable conducta anterior. No así Dinamarca, quien ya tenía una condena menor por receptación de joyas –que no cumplió– y otra condena de la que también se escabulló, por ser cómplice del robo a una casa.
