Este jueves se desarrolló en la capital una nueva marcha estudiantil convocada por la Confech, la que modificó el recorrido de la misma por los problemas de tránsito y transporte que ya generaba esta mañana la rotura de una matriz de agua potable en la comuna de Providencia.
Al término de la movilización hubo incidentes entre encapuchados y efectivos de Fuerzas Especiales de Carabineros. El incidente más grave lo protagonizó un grupo que, pasadas las 13 horas, irrumpió en la iglesia de la Gratitud Nacional, ubicada en la esquina de la avenida Ricardo Cummings y la Alameda, rompieron una puerta lateral, saquearon un velatorio y robaron una imagen religiosa de Cristo crucificado, la que llevaron hasta la calle y rompieron en pedazos.
El padre Galvarino Jofré, director de colegio Salesianos Alameda, dijo que no se trata del primer atentado que ha sufrido la iglesia de la Gratitud Nacional, pero sí del más grave. "Vamos a preparar una denuncia y vamos a ver qué sucede", añadió.
El sacerdote dijo que se ha vuelto habitual que esta iglesia y otras del centro de Santiago sean blanco de ataques durante marchas y movilizaciones. "No hay ningún vitral (de la iglesia), bueno", acusó.
Hace dos años, también durante una jornada de marcha, desconocidos quemaron la puerta principal del templo.
Consultado acerca de a quién ve como resposnable, el padre Jofré dijo "son los que autorizan las manifestaciones con marchas que terminan permanente en el mismo sector, sabiendo que hay un colegio que a esta hora funciona de manera normal, y que hay una iglesia parroquial".
El vocero de la Cones, José Corona, manifestó su rechazo a la acción vandálica y acusó a elementos ajenos que utilizan las marchas para cometer desmanes.
El ataque a la iglesia y la destrucción de la imagen religiosa causaron repudio de otros dirigentes estudiantiles y también políticos.
A eso de las 15.30 horas el ministro del Interior, Mario Fernández, en su primera actividad pública en el cargo, visitó la iglesia de la Gratitud Nacional y anunció una querella por el ataque y saqueo.
"Quiero expresar la condena por parte del Gobierno de este tipo de actos (…) Lo que se ha visto es un síntoma muy preocupante de lo que algunos jóvenes están llegando a realizar en nuestro país", al tiempo de distinguir que se trata de “delincuentes que se mezclan en las manifestaciones”.
Fernández luego distinguió “que el derecho a manifestarse y expresar en paz las ideas es diferente de los actos vandálicos. Separemos una cosa de la otra".