"El doctor lo único que decía esto es tu culpa, tu no supiste parir, tu no pujaste bien", relató Constanza a T13. Ella al igual que un gran porcentaje de mujeres denuncian que fueron víctimas de malos tratos y violencia obstétrica durante sus partos.
Gonzalo Leiva, matrón y director de Observatorio de Violencia Obstétrica advierte que se trata de un problema universal, pero las mujeres más vulnerables son las mujeres de estrato social bajo. "La mujer ingresa al hospital y desde ese minuto somos nosotros, el equipo de salud, quienes comenzamos a tomar decisiones —muchas veces— sin su consentimiento y sin siquiera consultarle".
El observatorio realizó una encuesta en 2017, en donde 11 mil 357 formularios fueron respondidos. Una de las situaciones que arrojó dicha consulta es la prevalencia de rotura de membrana para acelerar el parto. Entre los años 2014 y 2017 44% de mujeres que parieron en hospitales dijeron que habían pasado por ese procedimiento mientras que el 39,9% asegura que pasaron por lo mismo en clínicas.
"Empezaron con los insultos de a poquito"
Adriana Palacios denunció violencia obstétrica tras la muerte de su hija en un Cesfam de Pozo Almonte en la Región de Tarapacá, ella vive en Valparaíso pero decidió viajar al norte del país para pasar su embarazo junto a su madre.
"Empezaron con los insultos de a poquito, como era joven tenía que aguantarme. Ni siquiera había nacido la bebé y ya me estaban diciendo que me tenía que aguantar porque era joven y si me gustó antes me tiene que gustar ahora", contó.
Palacios detalla que al ir a un control, "la doctora me dijo que mi fecha de parto estaba mal, que el día que me había metido con el cabro se lo había dado mal porque mi fecha no era 41 semanas y 5 días, sino que eran 39 semanas y 4 días"
"Mi hija murió porque no tenía líquido amniótico, estaba ahorcada con su cordón, ya no podía estar adentro la bebé. Al principio tenía mucho miedo, mucho miedo y al momento que llegué a Iquique y me dijeron que mi hija estaba fallecida no sentí nada, quedé en shock", señaló.
"Yo la esperaba con amor, muchas ansias. Tenía tantas cosas, tantas esperanzas, tanta ilusión en el futuro con mi hija que yo no sé como reaccionar a este proceso que estoy viviendo".
Mariana Álvarez, otra víctima de violencia obstétrica, explica que sufrió la rotura de membrana para acelerar el parto. "Yo asumí que se trataba de un tacto, pero no le pregunté porque confiaba ciegamente en él, no lo cuestionaba, no le preguntaba. Creo que uno como paciente se entrega al profesional".
"Recuerdo el dolor, yo sentí como me rajaban la carne por dentro, sentí ardor, sentí que me rasguñaban, que me desgarraban sin yo necesitarlo y no solo sin necesitarlo, sino sin informármelo, sin preguntarme", aseveró.
Mi hija nació con una infección "provocada por la maniobra que me practica este médico, esta infección fue provocada por esa violencia que sufrí".