El Papa Francisco escogió una fotografía como regalo para los periodistas que lo acompañaron en el avión en viaje a Chile. La imagen es desgarradora y dramática, y la escogió para hablar y tener presente lo que significa la guerra, explicó el Pontífice.
Se trata de una foto- que la oficina de prensa del Vaticano publicó pocas horas antes de terminar el año 2017- en la que se ve a un niño que espera en fila su turno con el cuerpo de su hermano a cuestas para ir al crematorio tras morir por la bomba.
La foto, acompañada por la leyenda "fruto de la guerra", fue entregada por Francisco a los 70 periodistas que lo acompañan en el vuelo.
Es la imagen "que tomó el fotógrafo estadounidense Joseph Roger O`Donnell después del bombardeo atómico en Nagasaki. La tristeza del niño sólo se expresa en sus labios mordidos y rezumados de sangre", explicó el propio pontífice.
"Pensé imprimirla y regalarla, porque una imagen como esta comnueve más que mil palabras", dijo.